Itapúa, más que el carnaval

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Una joven filmó en su Encarnación natal una parte de la costanera bastante abandonada. Mientras mostraba imágenes de bancos rotos, veredas en mal estado y yuyos, relataba que esa parte también era importante, sin embargo, toda la atención se concentraba en la otra punta, principalmente donde está la Playa San José, “porque ahí hay plata”. Sencillamente dicho, correctamente denunciado, esta chica se preocupa por su lugar de vida. Es verdad que desde lejos solo se ve lo que quieren mostrar la municipalidad y las empresas. Ya comenzó el carnaval encarnaceno con el conocido sabor brasilero. La playa que mencionaba la denunciante es uno de los sitios más concurridos, lleno total; aunque, según comentarios de lugareños, se está volviendo en extremo popular y por eso ahora la mira está en potenciar la Mbói Ka’ê, donde ya se han instalado locales muy top, “es más exclusiva”, comentan.

Comúnmente los únicos eventos y actividades que trascienden son los que la publicidad promueve, sin embargo, recordemos que recorrer toda la ciudad y la región enriquece y engrandece culturalmente. Quien llegue hasta Itapúa con intenciones de conocer, no puede detenerse solo en Encarnación o donde la propaganda lo lleva. No hay mejor viaje que el que te va sorprendiendo, revelando gente y lugares, haciéndote vivir experiencias.

Aunque deja muchas ganancias económicas para el funcionamiento urbano, no es muy halagador para una región ser encasillada en un par de actividades, siendo que en sí misma guarda mucho más.

Cierto es que no en todos prende el deseo de visitar (puede ser por desinformación), por ejemplo, las Ruinas de Jesús y Trinidad o los museos del departamento, que, según datos de internet, hay unos 15 en Itapúa. Además de Encarnación, otras ciudades y pueblos guardan celosamente sus características e historia. “Tenés las Colonias Unidas para recorrer, muy lindo –cuenta una pobladora–. La playa del Club de Pesca es muy hermosa, también la de Hohenau. En Obligado muchas cosas se están arreglando, y también hay playa”. En fin, una diversidad de actividades con un corte diferente al carnaval de brillos y desnudos, y la degustación cervecera. Itapúa no es solamente Encarnación, en octubre vale mencionar la Fiesta Nacional de las Colectividades en Hohenau, un despliegue interesante de actividades integradoras de los diversos pueblos inmigrantes que se asentaron en la región y la convirtieron en el orgullo que es hoy. “Hay elección de reina, pero son reinas muy distintas a las misses que conocemos de los concursos”, cuenta una profesional que suele ser jurado en esta fiesta regional.

Como buena encarnacena, mi mamá morirá fanática de su ciudad, aunque ella, a sus 87 años, la recuerda más bien con las costumbres de su juventud. Puede pasar horas rememorando los bailes del pueblo, la Catedral a media cuadra de su casa, del carnaval recuerda los corsos populares, sin cobro de entradas y lejos del despliegue actual pero festivo y genuino.

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En fin, quienes planean ir a un hotel, ver el carnaval y volver, pueden extender la mirada y adentrarse en Itapúa –siempre hay baqueanos con buena info–, recorrer, descubrir o romper con el plan esquemático de los que direccionan al visitante. Conocer es crecer.

lperalta@abc.com.py