El alivio que esto podría suponer choca con la sensación de que costará mucho salir de la debacle económica, por la escasa confianza que despiertan las autoridades de nuestro país en cuanto a su eficacia.
La pandemia sirvió para verificar que los paraguayos y paraguayas eramos, había sido, capaces (al menos la gran mayoría) de seguir disciplinadamente las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación masiva del virus.
En contrapartida, la crisis dejó al descubierto la estructura de corrupción existente en las instituciones públicas, que no se las llevó ni llevará, evidentemente, esta pandemia.
La cuestión es más grave porque además de la corrupción o en gran parte por culpa de ella existe una gran ineficacia o inutilidad para cuestiones que tienen que ver con la utilización del presupuesto público.
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En nuestro país, históricamente, dinero público y corrupción están ligados. En este momento, el robo por las licitaciones amañadas escandaliza por la situación particular en la que nos encontramos con la pandemia instalada.
La corrupción siempre mata, pero la de ahora estará automáticamente ligada con las muertes que pueda haber por el contagio.
El ministro de Salud Julio Mazzoleni estuvo en la reunión de la comisión bicameral de control de gastos de la ley de emergencia el pasado lunes. Para quienes la siguieron, dejó seguramente preocupación sobre el futuro sanitario y económico en nuestro país.
Quedó la sensación de que una cosa es Mazzoleni como médico que brinda datos sobre la evolución de la pandemia de covid-19 en el país y da recomendaciones y otra cosa es como administrador en su ministerio.
El ministro no supo o no quiso responder a varias preguntas. En realidad, a la mayoría.
Una de estas preguntas se refería al motivo por el cual gastó solamente US$ 4.878.513 de los US$ 94.000.000 que le transfirió el Ministerio de Hacienda, es decir poco más del 5%.
Mazzoleni aludió a las licitaciones suspendidas por las denuncias y también a la lentitud de la burocracia y a las dificultades con los proveedores internacionales.
Otra pregunta fue por qué no aprovechaba los fondos con que cuenta y equipar a los hospitales, para cuestiones más allá del covid-19, teniendo en cuenta que hay enfermedades que ahora aquejan a la gente y no están siendo atendidas.
El ministro dijo que la ley aprobada no se lo permitía, a lo cual le dijeron que trajera a la brevedad las modificaciones que necesita y que se las aprobarían sobre tablas.
Sobre los sumarios iniciados en el ministerio de Salud contra los funcionarios que permitieron que ocurra lo que ocurrió dejando expuesto al ministro y al presidente Mario Abdo Benítez, Mazzoleni dijo solamente que están en proceso y que llevan su tiempo.
Se puede pensar que el ministro Mazzoleni tal vez quiera hacer pero no pueda o no sepa.
La estructura corrupta, que responde a “líderes” del Ejecutivo, el Legislativo y otras instituciones extra poder está intacta y agazapada para actual cuando las condiciones se lo permitan.
El “parate” en el que entró todo el país no sirvió ni servirá para que alguien con algún rasgo de estadista en este gobierno piense que es la oportunidad para hacer cambios de fondo.
El coronavirus se irá parcial o totalmente en algún momento, tal vez, pero después seguiremos lidiando con los corruptos y sus cómplices, como vine siendo desde hace mucho. Eso está claro.