Nos preocupa el lago

Nuestra preocupación es el lago Ypacaraí, su presente y su futuro. No hay ninguna información relacionada con este hermoso recurso turístico que tan estúpidamente fue destruido por la ignorancia e irresponsabilidad de todos. Pero lo que más nos preocupa es lo que hace o no hace el nombrado coordinador. O está enfermo o falleció o no quiere trabajar o el problema le queda muy grande y no sabe qué hacer. Y lo único cierto es que, desde que fue nombrado, en abril pasado, aún no ha hecho nada a pesar de que en una reunión de prensa informó sobre lo que pretendía hacer y que los trabajos comenzarían en mayo.

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Nuestra impresión personal es que el Poder Ejecutivo se equivocó y nombró en el cargo a un ignorante total del problema.

Ocurre que lo primero que hay que hacer en el lago, solo lo podemos hacer nosotros, los paraguayos:

1. Controlar la contaminación, es decir impedir que los que contaminan los arroyos que desembocan en la masa de agua, no lo hagan más. Esto puede solucionarse contratando y entrenando a un reducido grupo de hombres o mujeres con moto que permanentemente recorran la zona y que informen diariamente sobre lo observado.

2. Hacer un censo de las poblaciones de la cuenca, número de habitantes, decidir la instalación de redes de desagües cloacales en cada una de ellas y determinar cuántas plantas de tratamiento de efluentes serán necesarias y el tamaño de cada una de ellas. El pensar en una planta para tratar el arroyo Yukyry es simplemente un disparate. Los que contaminan son los que tienen que construir, cada uno de ellos, su propia planta de tratamiento. Un pequeño equipo de ingenieros y economistas puede proyectar lo que sea necesario, y empresas nacionales pueden hacerse cargo perfectamente de construir lo que sea. Si hay decisión política, en siete años esto estará resuelto.

3. Hay que modificar las leyes que garantizan la conservación del medio ambiente. En este caso, las multas de nada sirven. Las penas deben ser carcelarias e insustituibles por multas. Va a ser la única forma de que ellas se cumplan.

Ninguna empresa extranjera va a venir a hacer lo indicado.

Cuando los arroyos lleven agua no contaminada al lago, el problema estará en un 90% resuelto. Quizá, después, haya necesidad de dragar algunas partes del lecho del lago para tratar de eliminar 40 años de deposición de materia putrescible.

Volvamos a nuestra preocupación. Ella consiste en que el llamado coordinador puede estar tratando de lograr asistencia extranjera. Si esto se concreta, no podremos dejar de pensar que, también en el caso de lago, la clase política estaría nuevamente jugando en contra de los intereses del país.

horaciososa1923@gmail.com

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