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¿Se tranquilizaron los musulmanes? No precisamente.
Siria se ha convertido en el centro de atención de las células yijadistas. Conquistar un país es mucho más beneficioso que matar a unos cuantos europeos o norteamericanos.
Las fuerzas sunitas están concentradas en Damasco. Mohamed Morsi ya advirtió del rompimiento de relaciones diplomáticas con Al Asad para que le sigan los demás países de la Liga Árabe. Asunto que no demorará en suceder.
La táctica que está empleando Estados Unidos, pese a sus promesas de intervención directa que anunció cuando se inició el conflicto sirio, es similar a la utilizada en Libia.
Finalmente, el gobierno de Obama admitió que Al Asad usó armas químicas y en represalia va a proveer de armas livianas a los rebeldes.
Varios senadores republicanos y demócratas piden que también se prohíban los vuelos sobre cielo sirio.
El poderío de Al Asad está en el aire. Los pertrechos iraníes llegan a Damasco en aviones.
La fuerza aérea siria domina el escenario bélico al que no pueden hacer frente los sunitas.
Pero para detener a los aviones chiítas, se requieren de misiles tierra-aire que los norteamericanos no están dispuestos a regalar. Prefieren que intervengan las fuerzas de la OTAN.
Darles armas de peso a los rebeldes es armar a sus propios enemigos, e intervenir directamente en el conflicto, sería darle la razón a George W. Bush por su desplazamiento militar en Irak.
No cabe duda de que en el correr de este año se intensificará la lucha, que podría acabarse en una semana si la OTAN y Estados Unidos actuasen directamente.
Los rusos son los únicos que apoyan a Al Asad y van a seguir vendiéndole armas, aprovechándose de la debilidad de carácter de Obama y Kerry.
Siria también trae a la memoria lo acontecido en Afganistán.
Estados Unidos apoyaba a los talibanes en su guerra contra los rusos, hasta que los vencieron y posteriormente los mismos talibanes, a la cabeza de Osama Bin Laden, se tornaron en contra de los norteamericanos.
En un escenario más lejano, que en algún momento puede tomar características parecidas a las del Medio Oriente debido a la gigantesca presencia iraní en Latinoamérica, el presidente Juan Manuel Santos estrechó lazos comerciales con Israel y está haciendo las tratativas necesarias para formar parte de la OTAN.
Una Colombia aliada a la OTAN es el seguro de vida para los latinoamericanos, pues si Venezuela pretendiera iniciar una arremetida violenta contra su vecino, será encarada en 24 horas.
Las fichas de la derecha empiezan a cobrar fuerza en el tablero.
Al fin y al cabo, los desubicados son Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Argentina y Bolivia, que siguen aferrándose al populismo marxista.
Con Siria en manos de los sunitas una vez que Al Asad sea derrocado.
Con Irán tambaleante debido al bloqueo comercial que le está produciendo una inflación del 30%, más el posible ataque israelí al que se encuentra amenazado por su producción de material nuclear.
Las izquierdas extremistas latinoamericanas amigas de los ayatolas quedarán sustancialmente debilitadas, prestas a su extinción.
[©FIRMAS PRESS]
*Analista político boliviano. E-mail: http://josebrechner.com