Además de Paiva fueron imputados los guardias Daniel Areco, Ever Sánchez Martinetti, Ismael Alcaraz y Jorge Daniel Penayo Ojeda, también por homicidio doloso, que tiene la máxima pena en la legislación, que es de 25 años.

Otro imputado es Humberto Fernando Casaccia Romagni, gerente del local, por omisión de auxilio, ya que, según el testimonio de una funcionaria, antes que ayudar, huyó del lugar. La fiscalía pide para él, arresto domiciliario.

La persona refiere que con el incendio las personas empezaron a correr hacia los portones y puertas de acceso para huir de las llamas.

"Sin embargo, los guardias de seguridad privada del local, entre ellos el señor Daniel Areco, aparentemente por orden directa del señor Víctor Daniel Paiva Espinoza y con anuencia del señor Juan Pío Paiva, ambos propietarios del mencionado supermercado, procedieron a cerrar los accesos de salida, evitando así que las personas salgan del local, lo que provocó la muerte de aproximadamente 300 personas, entre mujeres, niños y hombres, quienes perecieron calcinados y/o asfixiados, ocasionando además graves quemaduras a otro centenar de personas que se hallan distribuidas en diversos sanatorios, hospitales y demás centros de emergencia", se resalta en la imputación.

También señala que los demás guardias procedieron a cerrar el lugar.

Esta mañana, un juez debe decidir si corresponde la prisión y el embargo de G. 60 mil millones de guaraníes. La fiscalía estimó el daño sufrido en G. 200 millones para cada persona.

Mientras la fiscalía se mostraba decidida a imputar a las seis personas basada en testimonios de tres testigos, además de lo dicho por el guardia Alcaraz, quien dijo escuchar por radio la orden del cierre de las puertas, una funcionaria de la sección cocina que se identificó como Miriam Gavilán Ramírez declaró ante el fiscal Olindo López que Daniel Paiva no estaba en el lugar y que el acceso no estaba cerrado.