CAACUPÉ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Monseñor Ricardo Valenzuela en la entrevista que concedió a nuestro diario el lunes, habló sobre el contenido de la carta que dirigió al pueblo paraguayo durante la misa central en honor de la Virgen de los Milagros de Caacupé. En ese contexto, indicó que el mandatario Mario Abdo necesita estar más cerca del pueblo, escuchar sus necesidades de primera mano y no a través de intermediarios.
“Sería muy bueno que realice días de gobierno en todas las localidades del interior. Salir y escuchar a la gente, ese contacto es sumamente importante. Nunca nadie puede ser líder en su despacho, entre cuatro paredes”, expresó.
Resaltó durante la entrevista que inmediatamente su mensaje desde el púlpito de la Basílica de Caacupé tuvo “pequeños frutos, pero muy positivos”. Mencionó el hecho de que el Presidente le haya pedido abrir las puertas de los ministerios para la gente y que no se les miente con falsas promesas. “Es un punto muy positivo que demuestra que el mensaje no cayó en saco roto”, subrayó.
Valoró que el Presidente haya participado de la misa central en honor de la Virgen de los Milagros de Caacupé, a pesar de que él sabía que se exponía a escraches y abucheos. “Vino y mostró la cara. Eso es importante y eso demuestra que es valiente”, expresó.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Por otro lado, monseñor Valenzuela dijo que un paso fundamental para iniciar el cambio en las instituciones del Estado plagadas de corrupción sería que desaparezcan los cargos de confianza. “Si siguen poniendo a sus socios y cuates en esos lugares, ya sean estos políticos o personas que no tienen la más mínima preparación para el cargo, “eso es de terror. El concurso (de méritos profesionales) es para elegir a los mejores no para ponerle al socio”, subrayó.
Mencionó que durante el desayuno que los sacerdotes compartieron con las autoridades que acudieron a la misa central del domingo, el ministro del Interior Euclides Acevedo lo invitó a su despacho para conversar más sobre los temas abordados. Aunque –dijo– que él mismo le advirtió que “la corrupción no se podrá borrar de un plumazo porque ya está enquistada en toda la estructura del Estado, pero que ya se está iniciando un proceso que llevará su tiempo, pero tendrá frutos”.
