El Tribunal de Sentencia citó para hoy 8:30, a las partes a fin de proseguir con el juicio oral por el caso “coquitos de oro”, donde están acusados por lesión de confianza el extitular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) Camilo Soares, y el exdirector de la Unidad Operativa de Contrataciones (UOC) de la institución Alfredo Guachiré.
El juicio no pudo proseguir desde el pasado 13 de marzo porque Guachiré recusó al Tribunal de Sentencia, integrado por Juan Carlos Zárate, Héctor Capurro y María Fernanda García de Zúñiga. Ese mismo día también recusó a seis camaristas para evitar que se trate su incidente.
La semana pasada, tras confirmarse al Tribunal, Guachiré planteó una nueva recusación y se sumó el otro acusado Camilo Soares.
El jueves de la semana pasada los incidentes fueron rechazados por los camaristas José Agustín Fernández Gustavo Auadre y Delio Vera Navarro, quienes señalaron que los argumentos esgrimidos por los accionantes no tenían fundamentos jurídicos.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
También los magistrados remitieron los antecedentes al Consejo de Superintendencia de la Corte para analizar las sanciones que se deban aplicar a los procesados “chicaneros”.
Sancionado
Este caso tiene más de diez años y no puede avanzar debido a que Soares viene “chicaneando” el proceso desde hace una década y por esa razón ya había sido sancionado por el entonces juez penal de Garantías Pedro Mayor Martínez, quien lo declaró litigante de mala fe.
Ahora una vez más Soares comienza a presentar “chicanas” para frenar el juicio oral donde está acusado de haber hecho compras sobrefacturadas en diciembre de 2009 cuando se declaró emergencia nacional en varios departamentos del país.
La SEN hizo una compra de alimentos el 17 de diciembre de 2009 a un precio y el 21 y 24 de ese mismo mes hizo dos compras pero por el doble del valor de la primera.
Soares y Guachiré fueron los principales responsables de la sobrefacturación, según la fiscalía, y por ello fueron procesados. Sin embargo, desde la imputación Soares “chicaneó” el caso.