YBYCUÍ (Aldo Lezcano, corresponsal). López Genes nació en este distrito el 16 de octubre de 1973 y durante el asedio al Batallón Escolta Presidencial en la noche de La Candelaria del 2 y 3 de febrero de 1989 recibió varios impactos y golpes en la cabeza, según relata. Apenas tenía 15 años. Cree que a consecuencia de las heridas, hoy soporta innumerables molestias por lo que está internado en el hospital distrital de Ybycuí. Asegura que está bien cuidado, pero que se desespera al saber que su esposa y hermanos agotan los recursos para la compra de los medicamentos. “Imboriahu la ñande hospital, ni suero ndorekói (es muy pobre nuestro hospital, ni siquiera cuenta con suero)”, dice. Aclara que hasta semanas atrás venía trabajando en una chipería de Paraguarí, pero afectado por intensos dolores dejó de trabajar. Menciona que necesita hacerse estudios laboratoriales y que por diferentes motivos incluidos, algunos caprichos, en el área de laboratorio no los hicieron. En ese sentido sus familiares culpan al responsable del área, Moisés Yampey, quien al ser consultado respondió que solo faltaron una coordinación y un pedido formal de algún médico o enfermera.
“Huérfanos del Estado”
Juan Villagra y Víctor Colmán, presidente y vicepresidente respectivamente de la Asociación de Víctimas y Excombatientes del 2 y 3 de Febrero del 89, visitaron a López Genes y le entregaron una pequeña ayuda. Villagra señaló que son numerosos los exsoldados de la revolución del 89, como López Genes, que son huérfanos de la atención del Estado. Dijo que los gobernantes indemnizaron a cientos de personas supuestamente víctimas de la dictadura, pero que ignoran a los soldados del 89. Destacó que están actualmente solicitando al Congreso la sanción de una ley para indemnizar a los excombatientes del 89.