SAN IGNACIO, Misiones. (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). La fiesta se realizó el sábado último en la antigua casona de los abuelos situada sobre la calle Cerro Corá casi Estero Bellaco de esta ciudad. En medio de recuerdos y anécdotas, los Llano fortalecieron lazos de tradición familiar.
Tercer encuentro
Este fue el tercer encuentro que pretende convertirse luego en una tradición. Participaron descendientes que vinieron de distintos lugares del país y del exterior. Estuvo presente la nieta mayor, Rosa Llano Guaragna, entre otros familiares.
Otra de las nietas, Olga Llano Domínguez, señaló que la unión de sus abuelos empezó con un lazo de amor que ha dado muchos frutos. Añadió que la idea es que esa unión familiar perdure por siempre, a través de los hijos, nietos y bisnietos.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
“Es en reconocimiento y gratitud de nuestros abuelos que fueron sacrificados trabajadores del campo que nos reunimos los miembros de ese tronco común en la casa en la que los descendientes nacieron, se criaron y se formaron”, dijo Llano Domínguez.
Explicó además que don Celestino Llano fue hijo de don Rómulo Llano, quien a su vez es hijo de don Martín Llano Molina, inmigrante correntino, quien tuvo hijos con doña Justa Pastora Chávez. Es la rama de los Llano-Chávez, cuyos hijos se criaron en el campo, recordó. Olga Llano dijo que sus abuelos don Celestino y doña Constancia vivieron en Costa Pirú, distrito de San Ignacio, camino a Pilar. Después compraron la propiedad en la ciudad; construyeron la casona y vinieron al pueblo para la educación de sus hijos, rememoró.
Recordó que su abuelo don Celestino y sus hermanos se dedicaban a la ganadería, a la cría de animales, a la tropa, con su atuendo característico el bombachón y la vestimenta propia del hacendado.