Waraní Studios nació con el proyecto de desarrollo del juego que ahora le lleva a obtener reconocimiento mundial: Malavisión, basado en la Guerra del Chaco. La historia comenzó a finales de diciembre de 2014, cuando Ismael Pozzo (32), licenciado en Diseño Gráfico por el Instituto Superior de Bellas Artes, y Eduardo Benítez (21), estudiante de Marketing en la Universidad Autónoma de Asunción, decidieron poner manos a la obra y desarrollar la idea que tenían.
Hace unos meses, Malavisión fue elegida por el Game Daily Connect como finalista del concurso Indie Prize USA 2019, uno de los galardones más importantes para videojuegos independientes (es decir, producidos por individuos o pequeños grupos, sin el apoyo financiero de distribuidores). Waraní Studios, empresa creadora del juego, representó al Paraguay durante tres días en Estados Unidos, del 26 al 29 de agosto, donde se realizó una exhibición de Malavisión. Y no solo eso: la creación paraguaya se posicionó entre los ochenta mejores videojuegos en el ranking de indies del mundo.
A partir del 2020, gracias a una autorización otorgada por la empresa Sony, estará disponible un remake del videojuego para PlayStation 4; de este modo, Waraní se convierte en la primera compañía paraguaya que lanza un juego electrónico compatible con dicha consola.
Estudios
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¿Se necesita algún estudio especial para saber cómo desarrollar un videojuego? Eduardo Benítez, socio y CEO de Waraní, dice que “sirve mucho tener conocimientos de programación, marketing, modelado y animación 2D/3D, arte conceptual, música, sonido, diseño gráfico y guion. Un videojuego profesional requiere de mucha experiencia y solo se puede lograr trabajando y mejorando cada día. Nosotros aprendimos de manera autodidacta, ya que no existen cursos especializados en videojuegos en el Paraguay”.
A pesar de la importante variedad de conocimientos que se requieren para elaborar un videojuego, lo más importante para ellos fue lograr el apoyo económico de la familia. A la hora de emprender algo novedoso en nuestro país, el principal obstáculo es convencer a los empresarios, a quienes les resulta difícil ver la oportunidad de negocio. “Los videojuegos mueven miles de millones de dólares al año. En el exterior es más fácil conseguir gente interesada que quiera invertir, porque hay visión de negocios en este mercado”, afirma Eduardo.
De la idea a la empresa
Cuando Ismael y Eduardo empezaron solo tenían claro que iban a crear “un producto de alta gama en el Paraguay”. Luego, otras empresas les contrataron para desarrollar sus videojuegos. Hasta el momento, tienen varios títulos lanzados: Malavisión: El Origen 2016, Guerra del Chaco (demo multijugador online), Legion Z; Superchicos, un videojuego de carreras (por encargo de una empresa de telefonía) que aún no se publicó y otros que están en proceso.
El tiempo de trabajo en cada proyecto varía de acuerdo con su complejidad. “Malavisión sigue siendo desarrollado, ahora estamos todavía trabajando en la versión remake, que saldrá próximamente en PlayStation 4 y en Steam”, explica el portavoz de Waraní.
Año de logros
“Haber estado en el Indie Prize USA 2019, entre los ochenta mejores del mundo, fue lo más grande que hemos logrado hasta ahora. Es un honor inmenso haber sido finalistas y representar al país con un videojuego hecho cien por ciento en nuestro país”, comenta Eduardo entusiasmado.
Waraní Studios obtuvo también el segundo premio a la Innovación, concedido por la Unión Industrial Paraguaya (UIP), en setiembre pasado durante el 5.º Encuentro de Mipymes. Este evento es organizado cada año con el objetivo de capacitar y fortalecer a las micro, pequeñas y medianas empresas. Hace pocos días, Waraní fue reconocida como una de las veinte mipymes destacadas del año, por el Ministerio de Industria y Comercio, en el marco del II Foro del Sistema Nacional de Mipymes.
Para Eduardo, estos logros significan que han hecho las cosas bien o, al menos, lo mejor que han podido, sin mucho apoyo: “Hemos trabajado muy duro por nuestros propios medios y eso es lo que más nos llena de orgullo, porque no dependemos de nadie para seguir creciendo”. Tienen juventud, iniciativa y ganas: todo lo que se necesita para triunfar.
Instituto de enseñanza
Con tanto éxito, los emprendedores miran a los creadores de Waraní con admiración y ganas de consejos. “Tienen que saber que, al principio, todo es muy difícil, pero con esfuerzo y paciencia se puede lograr vivir de lo que uno ama de verdad hacer”, sugiere Eduardo.
La talentosa dupla está ahora evaluando la idea de abrir un instituto de enseñanza para creadores de videojuegos y, a la par, empeñada en seguir desarrollando productos para empresas. “Tenemos también muchos proyectos de videojuegos propios, que muy pronto daremos a conocer y que seguro serán del agrado de nuestros seguidores”, anuncia uno de los cerebros de Waraní.
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