El Hospital de los juguetes

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El Hospital de los juguetes
El Hospital de los juguetesARCENIO ACUÑA

A fines de los 90, gracias a la propuesta de una niña de tener un lugar donde reparar sus juguetes y un padre desocupado, surgió el Hospital de los juguetes, una empresa que, además de reparar equipos electrónicos, se dedica a poner en condiciones los juguetes y donarlos a niños de sectores menos favorecidos.

Ricardo Brugada, el doctor de los juguetes, es ingeniero en electrónica. Tenía un buen empleo como encargado de sistemas electrónicos y telefónicos hasta que optó por el retiro voluntario. Se quedó en su casa por un tiempo, sin saber qué hacer, pero luego decidió abrir un taller de reparaciones de equipos electrónicos.

Un día, su hija de tres años le pidió que le reparara sus juguetes. La tarea le llevó toda una mañana. Entonces, la niña, muy contenta, le dijo: “Papá, vos lo que tenés que hacer es un hospital de juguetes”. La idea le quedó rondando en la cabeza y, al día siguiente, hizo los cálculos de cuánto cobraría por cada juguetito. “En esa época, el sueldo mínimo rondaba los G. 560.000 y la suma de lo que hubiese cobrado por eso trabajando hasta el mediodía alcanzaba un sueldo mínimo”.

De esto hace más de dos décadas. Casado con Ada María, tiene tres hijos: Jessica, la mayor, de 25 años, quien ya le dio su primer nieto; Ricardo, de 22; y Brandan, de 8. Por el momento, Ricardo es quien sigue los pasos del padre. Él tomó la posta y se encargará oficialmente del Hospital de los juguetes. “Cuenta con mi apoyo, pero ahora es diferente: yo trabajo para él”, aclara Brugada.

Cuándo empezaron a donar

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La iniciativa de donar los juguetes reparados es una actividad que surgió hace 22 años. Fue un día en que los niños estaban haciendo berrinches porque querían juguetes nuevos. “Y tenían muchos que ni siquiera usaban. Entonces, los llevé a Cateura y les mostré niños que realmente no tenían nada. Y les dije que por cada juguete que ellos regalasen, yo les daría uno nuevo”. Así se fueron sumando también los juguetes abandonados en el taller, cuyos costos no justificaban la reparación y la gente no los retiraba.

El Ing. Brugada los reparaba o, por lo menos, los dejaba utilizables para luego donarlos. La tarea tomó tal fuerza que se desbordó. Hasta tuvo que alquilar depósitos para almacenar los juguetes que la gente les traía.

Las donaciones se realizan tres veces al año: en el Día del Niño, Navidad y Reyes. “Generalmente, vamos a lugares donde el Gobierno no llega. Por ejemplo, la frontera con Bolivia, en el Chaco, donde la gente no tiene ni siquiera cédula”.

La actividad creció y, además de juguetes, llevan ropa, medicina, atención médica y todo lo que pueda ser útil. Brugada cuenta que hicieron una unión estratégica con el Ministerio de Salud. “Trabajamos maravillosamente bien. Para Reyes, tenemos que atender a 3.000 personas. Iremos a la zona de Yalve Sanga (Loma Plata), pero en la frontera con la Argentina”, detalla.

En ese momento nuestra conversación se interrumpe porque un chico, Luis Ángel Casatti, viene con un montón de bolsas de juguetes para donar. “¿Sabés adónde irán tus juguetes? Al Chaco, para los niños indígenas”, le cuenta Brugada con un abrazo y palabras de agradecimiento.

Justamente, debido a estas donaciones tienen tres depósitos para almacenar los juguetes, porque la gente sabe su actividad. De las ganancias del Hospital de los juguetes se pagan los alquileres de los depósitos y un empleado. Son unos G. 7 millones al mes. Si se multiplica por 12 meses, son G. 80 millones, aproximadamente. Esto, junto con los otros gastos, como medicamentos, comida, transporte, suma unos G. 100 millones al año. “En 22 años de esta actividad, ya hemos invertido unos G. 2.200 millones. No somos una oenegé ni una fundación o partido político. Nadie nos da dinero ni lo pedimos. Simplemente sale de acá (el hospital). Usamos lo justo para vivir y el resto lo destinamos a estas actividades”.

Premios internacionales

El Hospital de juguetes ya recibió varios premios internacionales. “Aunque nunca nos presentamos a ningún concurso”, subraya Brugada. Walt Disney, por ejemplo, le otorgó el galardón Héroes del planeta y la BBC de Londres, lo premió dos veces. “CNN emitió nuestra historia cinco veces en un día. Tenemos reconocimientos de diferentes gobiernos de nuestro país y, también, la medalla de oro de la aviación por ayuda humanitaria”.

“La próxima donación de los juguetes será, si el clima lo permite –por eso las fechas no son fijas, porque las rutas no son transitables cuando llueve–, en estos primeros días de enero. Vamos a asistir a las necesidades de la región sanitaria de Boquerón”, menciona.

Bien, veremos cómo le va a Ricardo Brugada Jr., como nuevo encargado del hospital y de las actividades de donación. Le deseamos tanto éxito como el que tuvo su antecesor.

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mpalacios@abc.com.py

Foto: ABC Color/Arcenio Acuña