Reutilizar no debe relacionarse con algo tosco o descuidado. Con creatividad y buen gusto se pueden lograr resultados excelentes. Constanza (19) y Eugenia Larreinegabe (14) llevan todo un año preparando la deco navideña 2020. Ambas hermanas idearon ya en la Navidad pasada una genial decoración eco-friendly para el arbolito de este año, una guirnalda de luces para la que aprovecharon decenas de cápsulas de café. Estos pequeños recipientes son de aluminio, vienen en variados colores brillantes por fuera, y por dentro son plateadas. Luego de cada uso, las hermanas se encargaron de limpiarlas y juntarlas y, una vez que contaron con una buena cantidad, le dieron uso con un corte en forma de cruz en la base de cada una, para poder pasar los foquitos navideños. El resultado es óptimo y la familia está muy contenta de haber prescindido del plástico en esta ocasión. Ambas comentan que les encanta lo relacionado con la ecología y formas de reciclar y reutilizar, un ejemplo a seguir.
Menos desperdicios
Federico Vega Cameroni (38) es ecólogo y consultor ambiental. Para no generar tantos desperdicios, recomienda en primer lugar comprar lo que se pueda en envases de gran volumen, en lugar de varios pequeños. “En vez de comprar algo en formato de porción personal, apuntar a lo que viene en formato de 1 o 3 litros o más, y lo mismo para lo que sea sólido, tratar de comprar en empaques que ofrecen mayor cantidad”, dice. Con esto se estaría generando menos cantidad de desperdicios plásticos, una práctica a tener en cuenta todo el año, pero que es especialmente útil en estas fechas en las que se estilan más compras y cocinar para más personas.
Otra práctica amigable con el medioambiente, para quienes no cocinan en casa, sino piden un menú fuera, es pasar a retirarlos con sus propios utensilios de cocina –sean estos ollas, asaderas o cualquier recipiente para alimentos–, evitando así el telgopor, cantidades enormes de plástico de PVC, entre otros que utilizan las casas gastronómicas para envolver alimentos. “Esta es una opción de empaque, de ida y vuelta y lavado, para no acumular más residuos por una cena puntual”.
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Para conservar luego los alimentos por varios días –como suele suceder a fin de año– las opciones más favorables son la tela de abejas para tapas de recipientes o las hojas de banana –para quienes tengan acceso a ellas–; ambas opciones mantienen bien la humedad del alimento, dice.
Brillo con tetrabrik
Casi el 70% de la basura doméstica corresponde a los empaques, ya sean de cartón o de plástico. En el contexto de la pandemia y por un factor económico, Vega sugiere a las personas con hijos pequeños hacer con ellos manualidades como adornos para el arbolito, reutilizando empaques. De esta manera, se estará dando una segunda vida útil a los mismos, al tiempo que se entretiene a los niños y se les enseña lo interesante que es utilizar aquello que ya se tiene y no estar comprando siempre algo nuevo con el mismo fin. Esto también ayuda a reafianzar un sentido diferente de las fiestas, en contraposición al consumismo agresivo.
Algunos de estos adornos se pueden realizar con envases de tetrabrik, los que usualmente se utilizan para contener leche o jugos. Este material es bastante propicio, ya que en su cara interna tiene un tono plateado que hasta permite presentarlo sin pintura extra. El ecólogo recomienda lavarlos bien y, una vez secos, se los puede cortar exactamente por la “costura” que presentan por lo general en la parte posterior del envase. Con unos moldes de figuras navideñas como estrellas, arbolitos o campanas, hechos con viejas radiografías, procede a dibujar varios de los elementos y luego los corta, le perfora en un extremo para pasar hilo o caña de pescar y así está listo el adorno ecológico para el arbolito.
Reutilizar envoltorios
También pequeños envoltorios o bolsas de regalo se pueden realizar con materiales como los paquetes de yerba, comenta el consultor ambiental. Para ello sugiere realizar un corte con cuchillo o cúter buscando la “costura” o cierre del mismo y abrirlo por completo, dar vuelta para tener el diseño oculto, y volver a formar la cajita del lado inverso; pegar las uniones con silicona caliente o fría para un mejor acabado o bien con cinta de papel si no se cuenta con los otros pegamentos. Por último, cortar el excedente de la parte superior, perforar ambos lados y pasar un hilo que haga las veces de mango para la bolsita. Por lo general tienen un color crudo liso, lo que hace a esta superficie ideal para personalizar con algunos dibujos o lettering.
Telas vs. papel chifón
Federico también aporta otras ideas, como realizar guirnaldas para la puerta, hechas con retazos de tela de diferentes colores. “En vez de utilizar papel chifón –que después no sirve para otra cosa y, además, contamina muchísimo porque no se degrada, ya que es derivado del petróleo–, se pueden utilizar prendas o medias que ya no se usan y con esto aprovechar también el fin de año para ver lo que está de más y se puede regalar o donar si está en buenas condiciones”. Además de las guirnaldas sugiere hacer otros adornos con telas, que además se pueden rellenar con bolsas de plástico que haya acumulado en casa.
Las variantes son muchas y, aunque se empiece por algo pequeño, el impacto puede ser grande si se practica con constancia. Estas prácticas caseras pueden ayudar en la mejor conservación del planeta. ¿Cuánto desperdicio puedes evitar este fin de año?
Fotos: ABC Color/Pedro González.
