La canasta mecánica

Gatunidad.

La canasta mecánica
La canasta mecánicaArchivo, ABC Color

Cargando...

Los egipcios consideraban deidades a los gatos y los veneraban por ser los animales sagrados de la diosa gata Bastet, una de las protectoras más importantes de sus sepulcros. Si alguien osaba matar a un gato, merecía la muerte. Hace unos años se descubrieron siete sarcófagos en la pirámide del Faraón Userkaft. Tres de ellos contenían gatos. Para que veamos las diferentes formas de ver y pensar de las distintas civilizaciones, en el siglo XIX, cuando los arqueólogos ingleses descubrieron la necrópolis, decidieron utilizar las más de 300.000 momias felinas como abono para sus granjas y jardines.

Admiro a los gatos, casi tanto como los amo. Son mascotas mágicas, terapéuticas, capaces de eliminar las energías negativas de la gente argel. Toda la vida mantienen una misteriosa, inaccesible y elegante majestad.

A los artistas les gustan los gatos, los soldados prefieren los perros. Los gatos no trabajan en los circos, no son serviles ni obedientes. La lealtad de grupo les es ajena a los gatos como a los amantes de los michis. Hay una gran mayoría de mujeres entre quienes prefieren gatos. Eso no es sorprendente tomando en cuenta la división de tareas que se desarrolló durante la evolución humana. Los hombres prehistóricos salían a cazar en grupo, por eso los machos humanos tienen mentalidad de manada, igual que los perros que acompañaban a los cazadores. Las mujeres quedaban al cuidado de la vivienda, cosechaban alimentos y criaban a los hijos. Solas y autosuficientes, como los gatos.

Prefiero los gatos al natural. Me entristece ver burlada su dignidad cuando le colocan un collar, le ubican un sombrero con flores, le visten con disfraces, anteojos, botas, bolsos, lo que sea. Impresiona cómo las personas tendemos a neurotizar a los gatos que no disfrutan para nada de eso. Los ponemos ansiosos, los estresamos, los acostumbramos a nuestras formas de vida, les creamos apego a nuestra presencia.

Alguna gente adopta mascotas para compañía o como símbolo de estatus, sin considerar la responsabilidad que esa decisión conlleva. Se van a trabajar y dejan encerrados y solos a sus animalitos, durante todo el día, a veces durante varios días. Eso es maltrato animal, a lo mejor por ignorancia. “Al salir el gato de la casa, el dueño termina violando la tenencia responsable de animales domésticos”, según la directora de la Oficina de Defensa del Animal. Declaró esto con relación a la triste muerte de Bella Creación, el Gato Mochilero, compañero de viaje de Jonh Galvis, ciudadano colombiano residente en Paraguay desde 2018, quien con llanto acongojado abrazaba el cadáver de su querido gato.

En julio se recibieron diez denuncias por envenenamiento de colonias de gatos, según la Dirección de Defensa del Animal. ¡Cuánta crueldad! ¿Mataron a Bella los perros callejeros? ¿Fue envenenamiento? La suspicacia flota en el aire. Con gran aflicción despido a Bella enviándole un simbólico abrazo de cariño, anhelo que haya emigrado a mejores dimensiones y transformo una frase de Heminway para decirle: Bella Creación, un gato puede ser destruido, pero jamás derrotado.

carlafabri@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...