Citas y hechos

Qué dicen San Juan Pablo II, el papa Francisco, Andy Rooney y San Pío de Pietrelcina sobre la Nochebuena.

San Juan Pablo II
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“Que el fulgor de tu nacimiento ilumine la noche del mundo”. San Juan Pablo II (1920-2005), papa de la Iglesia católica.

“La Nochebuena suele ser una fiesta ruidosa: nos vendría bien estar un poco en silencio, para oír la voz del amor”. Francisco (1936), papa de la Iglesia católica.

“Uno de los líos más gloriosos en el mundo es el caos creado en la sala el día de Navidad. No lo limpie con demasiada rapidez” Andy Rooney (1919-2011), escritor de radio y de televisión estadounidense.

“Que el dulcísimo Niño Jesús les traiga todas las gracias, todas las bendiciones, todas las sonrisas que plazca a su infinita bondad…”. San Pío de Pietrelcina (1887-1968).

La Batalla de los siete días

La batalla de Lomas Valentinas se libró del 21 al 27 de diciembre de 1868, después de la terrible batalla de Avay. Llamada también “De los siete días”, podría haber representado el final de la guerra cuando habían transcurrido tres años del inicio de la contienda más grande de América Latina.

Lomas Valentinas era la denominación de un conjunto de colinas o peñascos que incluían las lomas del Cumbarity, Acosta, Potrero Mármol e Itá Ybaté o Itá-Ibaté, al sur de Villeta. El mariscal Francisco Solano López había instalado su campamento específicamente en la Loma Acosta unos meses antes, el 8 de septiembre de 1868.

Esta batalla está llena de heroísmo, fueron siete días de férrea resistencia de los bravos paraguayos, sin intenciones de rendirse, como siempre.

Amanecía en aquellos valles, en efecto, a las seis de la mañana del 27 de diciembre, cuando se iniciaba el asalto aliado definitivo bajo el amparo de 40 piezas de artillería. Entonces ya se encontraban incorporadas al ejército aliado las tropas argentinas, al mando del general Juan Andrés Gelly y Obes que penetraron sin dificultad dentro de las trincheras. La infantería argentina llegó a una cuadra del lugar donde estaba López, quien en lenta cabalgata se retiró seguido por un centenar de hombres por Potrero Mármol a la vista del ejército enemigo, sin que las fuerzas aliadas desprendieran ni siquiera un jefe para ir en su persecución. El general Bernardino Caballero cubrió la retirada con tan solo 30 efectivos de la caballería.

La batalla del 27 de diciembre representó el aniquilamiento del Ejército paraguayo y hubiera sido el fin de la guerra, si es que el bando aliado no concurriera en el error de mover al Regimiento de Caballería San Martín de Potrero Mármol por orden del Marqués de Caxias para enviarlo a Angostura.

Rescatamos a los héroes de aquellos momentos, Cnel. Felipe Toledo, quien sirviera en el ejército desde la época de Francia y Carlos Antonio López, murió en su última carga de la caballería; Cnel. Valois Rivarola, quien convaleciente se levantó de su lecho para dar ejemplo de bravura; Cnel. Florentín Oviedo, quien recibiera una herida que le destrozó el maxilar inferior, atravesando el cuello y alojándose el proyectil en la nunca, pero no obstante se recuperó de esta herida y reorganizó el extinto batallón 22, y otros tantos paraguayos que marcaron con su heroísmo las páginas de gloria de nuestra nación.

Historias como la de Ramona Martínez, una adolescente de 15 años, quien se encontraba en la tienda de campaña del mariscal cuando llegaron los aliados se abriría camino luchando a sablazos contra los brasileños que atacaban las posiciones, esta indomable mujer llegaría a Cerro Corá, o la historia de Nimia Candia, otra heroína en Lomas Valentinas, quien moriría carbonizada en el incendio del Hospital de Piribebuy en agosto de 1869 son dignas de rescatar.

mpalacios@abc.com.py

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