Franja roja

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En la franja roja es el nombre de la propuesta teatral que tiene como escenario el barrio Loma San Jerónimo. Es la función de calle más grande de los últimos tiempos, que reúne a actrices y actores de gran talla, en un argumento que transcurre entre la risa y el drama.

En un lugar diferente, descontracturado y sin las condiciones técnicas del teatro convencional transcurre la obra En la franja roja. Las escenas se suceden en el barrio Loma San Jerónimo, utilizando las casas y calles como escenario, como así también las terrazas y veredas, para, finalmente, culminar en un bar de la comunidad, donde los actores y el público brindan por la vida que sigue.

La dirección está a cargo de Teresa González Meyer, renombrada directora paraguaya de teatro con gran trayectoria en nuestro medio, quien tuvo a su cargo la puesta en el reconocido Festival Internacional de Teatro de Córdoba. La obra fue presentada en las calles de la ciudad como espectáculo de directores latinoamericanos invitados al festival. Supuso una propuesta innovadora, y recibió los mejores comentarios de la crítica y el público.

Elenco

Forman parte del elenco Regina Bachero, Selva Fox, Natalia Cálcena, Katia García, Paula Cáceres, Roberto Cardozo, Silvio Rodas, Éver Enciso, Ana Banks, Inocencia Fernández y Aldo Calabrese. Ellos, desde una perspectiva popular, devuelven a la cultura el control de la calle. Invitan a recorrer una cuadra por el primer barrio turístico de Asunción junto con los protagonistas, entre los que se encuentran una mujer de la calle, siguiendo con el loco del barrio que desglosa la comedia, quien cuenta lo que ve y guía al espectador a todos los espacios escénicos utilizados.

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“Aparecen también las ‘famosas’ vecinas que guardan la estirpe del barrio que se fue, un vecino del lugar cenando con su mujer ya fallecida en su aniversario de casamiento, el proxeneta, las trabajadoras del sexo, el policía, la travesti; todos los personajes tejen sus experiencias de la noche en un barrio cualquiera de Asunción entre la risa y el drama”, explica la directora Teresa González Meyer.

Regina Bachero considera que es una propuesta interesante y atrapante. “Es indispensable que el teatro salga a la calle, que la gente se apropie de la vía”, afirma la actriz. Agrega que este tipo de propuesta borra la distancia con el público, involucra a la gente y la hace participar. “Definitivamente, yo soy callejera”, bromea.

En nuestro país, este tipo de teatro llegó en 1991, de la mano de la directora González Meyer junto con Moncho Azuaga. Desde entonces, varias obras muy importantes marcaron esta tendencia en la que la primera labor del artista callejero es encontrar una audiencia. Por esta razón, los mercados, los lugares en los que la gente tiene que hacer fila y los eventos sociales son las mejores posibilidades, al igual que las rutas de los colectivos y taxis que llevan a la gente a trabajar, las clínicas rurales y los hospitales son lugares en los que las personas están esperando y tienen el tiempo en sus manos.

En la Loma

Esta vez, la propuesta llega a Loma San Jerónimo. “El teatro de calle convierte a las personas en sus espectadores ocasionales. Son 16 escenas, la obra es corta”, refiere Inocencia Fernández, quien forma parte del primer teatro “trans” del Paraguay, formado hace dos años. “La puesta presenta una realidad urbana. Se enfocan temas cotidianos y también aquellos que la gente no quiere ver, como las prostitutas y los travestis. Esta franja por algo está en la calle, porque hay un consumidor para todo, y lejos de disminuir, está experimentando un notable ascenso”.

Aldo Calabrese es el loco del barrio. “Un loco tierno, bien cuidado por la familia, pero que siempre anda por la calle”, comenta. Su desafío es enternecer al público. Su trayectoria es amplia y está a full con el tema del teatro. Paula Cáceres también aporta a la entrevista, revelando el rol que cumple, que es el de una “mariposa de la noche” sumamente escandalosa, que por momentos pierde la noción del tiempo y desvaría. “El teatro de calle para mí es una propuesta totalmente diferente, llega más al público. Está diseñado para encontrarse con las personas en donde estén y no para llevarlas a un lugar distante”.

Natalia Cálcena es otra de las protagonistas, ella hace de una mariposa “más seria”. Es su primera experiencia en este tipo de propuestas, pero su capacidad actoral la lleva a ofrecer un espectáculo de nivel junto con todos sus compañeros.

Regina invita a las personas a que se acerquen “al barrio” para disfrutar de una puesta que va a terminar en un bar, con tragos para todos los presentes. “La risa es el condimento principal; la gente pasa momentos sumamente agradables, vengan”, invita.

Un poco de historia

Los inicios del teatro callejero se remontan a la antigua Grecia, cuando los viajeros llegaban a la ciudad de Atenas y contaban sus aventuras. En la actualidad, estas obras se llevan a cabo en todas las ciudades del mundo, es decir, se traslada el teatro a la calle como expresión popular. Se creó con el fin de acercar las expresiones teatrales al pueblo, además es una herramienta importante para los educadores. Gracias al esfuerzo incondicional de la directora, los actores y actrices, se puede disfrutar de un espectáculo digno, quizás no siempre tan reconocido como debería.

Ellos envuelven a los paseantes con sus actuaciones y fantasías. Demuestran, una vez más, que la vida misma es el más grande de los teatros.

Las funciones se iniciaron ayer y prosiguen hoy domingo 17; el sábado 23 y el domingo 24. Las entradas cuestan G. 30.000 y se podrán adquirir en Loma San Jerónimo antes de las presentaciones.

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