Juventud, sinónimo de pasión, libertad, ilusión, expresión, metas de vida en base al esfuerzo. Definitivamente, los nuevos rumbos de la vida acelerada llevan a los jóvenes a superarse, a destacarse en varios campos y con solvencia. Buscan aquello que les inspira y traspasan fronteras.
Soledad Núñez, directora de Techo Paraguay, es un claro ejemplo. Sus compromisos como tal la llevan vivir “a mil”, como ella misma describe su vida, pero con pasión y entrega. Y en el campo de la solidaridad, un valor de gran trascendencia para el género humano.
Eligió transitar este camino porque cree en los cambios, en la vida más digna y justa, y se encarga de demostrarlo con acciones. “La solidaridad es uno de lo valores principales en las relaciones interpersonales. Las colectividades que no se basan en ella son egoístas y competitivas. Su poder es tan grande que cuando la ponemos en práctica podemos asumir los más grandes desafíos y resistir con firmeza los embates de la adversidad”, expresa durante una charla en la Alianza Francesa, lugar que eligió Rexona para presentar la campaña de su nueva propuesta: “Doers”, y de la cual Soledad forma parte junto a Camila Pirelli, Marcelo Burgos, Alejandro Basaldúa, Tana Schémbori y Juan Carlos Maneglia.
Esa capacidad de trabajar a tiempo completo y por causas nobles la ponen nuevamente delante de otro desafío, aunque prefiere no anunciarlo todavía. “Estoy en algo nuevo. Me satisface plenamente mi trabajo hacia causas justas como fue con Techo Paraguay, en el que miles de familias de escasos recursos pudieron acceder a una vivienda. Siendo fraterno se logra cambiar el mundo, hacerlo más habitable y más digno”, reflexiona.
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Una de sus mayores preocupaciones es la pobreza. “Es una incoherencia”, dice. “Habiendo tantos recursos, con acciones hay que revertir esta situación”. Y desde donde le toque actuar, seguro que va a poner la misma entrega, la misma pasión, el mismo esfuerzo. Al igual que Camila. No en balde es nuestra atleta campeona en heptatlón, la primera paraguaya con galardones tan importantes y eso que tiene solo 24 años. De seguir con este mismo ímpetu, le espera una senda de gloria, de triunfos. Su espíritu perseverante, de lucha, de entrega, la llevaron a despuntar, a sobresalir primero en los Estados Unidos, donde fue a estudiar Biología, y luego en Paraguay. “El deporte es lo primero para mí; fue el trampolín para ir fuera del país y estudiar”, afirma, vestida de negro deportivo.
Con el título en la mano, primó nuevamente la vehemencia; se anotó en las competencias nacionales e internacionales, batiendo siempre sus propios récords. “No miro para mis costados, miro siempre para adelante, buscando mi propia superación. En cada competencia mi desafío es ganarme a mi misma, es decir, batir mis propias marcas y así voy escalando, llegando lejos”, expresa con una sonrisa. Ese espíritu ganador la lleva a figurar entre las primeras y a formar parte de una marca muy importante.
Esa misma predisposición positiva la tiene Marcelo Burgos, locutor de radio y tevé. Eligió el deporte para distinguirse. También hizo humor en una época junto a Tony Apuril. Y ese lado “salero” afloró en la entrevista. “Es difícil ser hombre en la televisión. Hay mucha competencia voluptuosa”, bromea. “Si encuentro una chica que me diga: ‘Te espero a ver la Champions con unas bebidas’, o se sienta conmigo a ver un partido y comenta, me caso; le llevo la alianza”, exclama.
Pero llegar a la tele no es todo para él. “Hay que seguir escalando, superándose, no hay que perder la pasión en los objetivos puestos, hay que perseguir los sueños, concretarlos”, expresa.
Marcelo tiene instinto para los retos. De estar al lado de Arturo Rubin en Fútbol a lo grande, decidió realizar un programa deportivo por FM. Hasta el mismo Arturo le preguntó si estaba seguro. No dudó y acertó. ¿Y ahora qué sigue? “Cuando uno cumple metas, se traza nuevas”, expresa con firmeza. Es que Marcelo nunca decae, nunca baja los brazos.
Alejandro Basaldúa es otro ganador. Es atleta de skate y se dedica a difundir el deporte. Quiere que más jóvenes se sumen a esta disciplina, que practica desde los 13 años. “Es un deporte de mucha acción, siempre me gustó y me dedico a esto; me hace feliz”, dice Alejandro en medio de la recepción social, en la Alianza Francesa.
Ya participó de varios campeonatos, recorrió varios países, entre ellos Suiza, Brasil, Argentina, Estados Unidos. “En nuestro país todavía no es un deporte muy popular como en otros países, pero desde la Asociación Paraguaya de Skateboarders estamos tratando de posicionar este entretenimiento”, dice.
Alejandro preside dicha asociación y a través de ella se aboca a buscar espacios públicos en Asunción, donde chicos y jóvenes puedan conocer y experimentar la adrenalina que se siente al subirse a un skate. Él pertenece a la segunda generación de skaters, es también uno de los que más peso y nombre tiene. Compitió en varios campeonatos con excelentes resultados, se dedica a enseñar y, por lo tanto, a divulgar este entretenimiento. El skate es uno de los deportes extremos que más adeptos tiene en todo el mundo. Una de las principales competencias son los X Games, las ‘olimpíadas de los deportes extremos’, a las que todos los skateboarders quieren acudir. Los campeonatos recorren el mundo entero. Cada ciudad, cada barrio organiza sus propias competencias locales y a eso apunta Alejandro Basaldúa. “En Pedro Juan Caballero ya se cuenta con una, pero hace falta más”. Con su determinación, seguro lo va a lograr. Por ahora practica en una rampa privada, tiene además rampas móviles y organiza encuentros. Ya tiene su propio skateshop y va por más. Se desafía constantemente, es enérgico y optimista.
Tana Schémbori y Juan Carlos Maneglia engrosan la lista de jóvenes que se ajustan al ritmo de la vida del siglo XXI. Llevan una vida de pasión y entrega, traspasan fronteras y se destacan. El éxito rotundo de “7 cajas” demuestra el espíritu y el talento de los realizadores de la película paraguaya más taquillera.
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