Seguridad como norma

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Crobi, aprendiendo las señales de tránsito es el título del libro sobre educación vial que un grupo de jóvenes impulsaron para alumnos de entre seis y nueve años, pertenecientes a colegios de escasos recursos del interior del país.

La difusión y el aprendizaje de educación vial desde temprana edad es la meta de Merly Barrios, Fátima Bareiro, Luz Céspedes, Fátima Cabello y Sannie Armoa. El proyecto comenzó con un trabajo voluntario de donación de libros, que realizaron a través de Children International, cuando unos jóvenes de nacionalidad coreana, entre ellas, Silvia Gowoon Jung, supieron del trabajo y las contactaron para ofrecerles la creación de un material de lectura para niños.

“Como somos alumnas de la carrera de licenciatura en Ciencias de la Información y Gestión de la Hospitalidad, todas amantes de la lectura, fue algo maravilloso que nos hayan hecho la propuesta”, cuenta Luz Céspedes. A partir de la experiencia, surge Books for Paraguay, que forma parte de Books International (BI), un proyecto mundial que tiene como objetivo publicar y entregar cuentos a niños de países en vías de desarrollo.

“Books Paraguay faculta a jóvenes profesionales a través de la creación, publicación y distribución de materiales educativos para la conciencia social y cultural. Ahí entramos nosotras con nuestro proyecto sobre educación vial”, explica Céspedes.

Mely agrega que Books Paraguay fue reconocido por el consejo de la Unesco de Corea como proyecto de Educación Sostenible para el Desarrollo. “Books International tiene sus sedes centrales en Corea e Inglaterra, y en cada una se realizan investigaciones y desarrollo de nuevas estrategias de cooperación internacional, además de la coordinación de actividades relacionadas a la publicación de cuentos en cada país miembro”.

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Fátima Bareiro revela que, a través, de la compañía paraguaya de libros ya se había publicado un primer material llamado Cony, la conejita de dientes de oro, con el tema de higiene bucal. “Este segundo material tiene como fondo la educación vial con Crobi, aprendiendo las señales de tránsito. A los nueve años, en Mariano Roque Alonso, sufrí un accidente por causa de un conductor alcoholizado. Soporté graves lesiones con meses de hospitalización, tratamientos para recuperarme de las fracturas y los golpes ocasionados por la falta de conciencia de un automovilista. Puedo decir que este material es muy importante, ya que es sencillo, de fácil lectura y entendimiento para que los niños puedan aprender y prevenir accidentes”, revela Fátima.

Sannie dice que buscan crear conciencia ante una de las principales causas de muerte en el país. “Tenemos el deseo de contribuir y aportar nuestro granito de arena para que la educación vial se imparta a los más pequeños”.

“Al comienzo, no sabíamos qué animal podía representar lo que queríamos plasmar, pero un día, estando en la facultad, en el campus vimos una hormiga llevando un pedacito de hoja. Nos conmovió su fortaleza y fue ahí que nació el personaje principal: la hormiguita. Después, surgieron los demás protagonistas”, detalla Fátima Cabello.

Tanto el cuento como el proceso de pintura del material fueron realizados por el entusiasta grupo femenino, así como los personajes y lugares de la historia. El encargado de “darles vida” fue el diseñador Marcelo Arévalos, quien contó con la colaboración de la diseñadora Cynthia Salinas.

Para la promoción y recaudación de fondos para el proyecto se conformaron grupos de trabajo en Corea y el Paraguay.

Crobi será distribuido a instituciones educativas, acompañado de talleres y charlas para maestros, alumnos y voluntarios que deseen sumarse a la causa. “Consideramos que desde muy pequeños, se debe inculcar la educación vial, ya que los niños no sienten el peligro al salir a la calle y su único objetivo es jugar. Con esta iniciativa, buscamos también estimular o despertar el interés hacia la lectura y queremos que vayan descubriendo más libros”, coinciden las jóvenes.

Para lograr el cometido, cuentan con 4500 ejemplares a ser distribuidos en las áreas urbanas de distintas zonas del país. “Ya tuvimos una primera entrega piloto y la repercusión fue muy positiva. Estamos con ganas de imprimir más libros y así aportar nuestro granito de arena por un Paraguay mejor”.

ndure@abc.com.py