Hay que aclarar que el término basura comprende todo aquello que ya no es de utilidad; mientras que el de residuo, incluye todo aquello que se puede reutilizar o reciclar. Así, la generación diaria de desperdicios que alcanzan prácticamente a todos los lugares, a lo que se suma la aparición casi diaria de vertederos a cielo abierto, provoca una contaminación creciente. Esto es foco de enfermedades como: infecciones respiratorias e intestinales; dengue clásico y hemorrágico; zika y chikunguña; otitis media o aguda; conjuntivitis; neumonías y bronco-neumonías; gripe, entre otros.
De los residuos dispuestos en los canastos, es posible encontrar bolsas y recipientes de plástico, latas de bebidas, papel de diversos tipos, bandejas de comida, restos vegetales o animales, vidrios, focos y fluorescentes; basura electrónica (pilas, partes de celulares, de computadores); pañales y otros. La cultura vigente muestra que lo que ya no se utiliza o consume, se tira en la vía pública, espacios peatonales, esquinas, en cursos de agua y, en el mejor de los casos, se acondiciona todo junto en bolsas para su recolección. Este hábito es el que aleja la basura de nuestra vista y pareciera que lo demás no importa, ni tan siquiera el perjuicio y daños que se causan al ambiente y a la salud de personas.
MANEJO DE RESIDUOS
Lo primero es cambiar la actitud y hábitos de recolección de residuos en la propia casa. Lo más simple es separar las basuras en tres bolsas de distintos colores: una para lo orgánico, otra para lo inorgánico y una tercera para las pilas acondicionadas y la basura electrónica. Lo orgánico es aquello que se descompone y puede incorporarse al suelo (restos de comida, frutas y vegetales, ramitas de la poda de flores y árboles del jardín, hojas de los árboles). Los residuos inorgánicos son aquellos cuya descomposición tarda muchos años o, simplemente no se descomponen (papeles, cartones y vidrios). La basura o chatarra electrónica comprende los productos eléctricos o electrónicos que han sido desechados por ser obsoletos, o bien, por dejar de fabricarse y de comercializarse (televisores, computadoras personales, celulares, electrodomésticos, cámaras fotográficas, impresoras, escáneres y fotocopiadoras). Se podría incluir otra categoría que es la basura sanitaria, que corresponde a los materiales utilizados para realizar curaciones médicas, como gasas, vendas o algodón; papel higiénico, toallas sanitarias, pañuelos y pañales desechables, los que deberían depositarse en una bolsa diferente.
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INICIATIVAS EN MARCHA
De acuerdo con corresponsales del Diario ABC Color, existen interesantes iniciativas que bien pueden difundirse y aplicarse en otras ciudades y regiones del país. Así, en Carapeguá, de acuerdo con Emilce Ramírez, se lanzó el pasado 9 de agosto, el proyecto ambiental: “Ñamopotî Carapeguá”, con el objetivo de concientizar a la comunidad en la recolección responsable de residuos. En Paraguarí, se inició una campaña denominada: “Yty Ñembyaty”, para que el departamento sea “capital de la naturaleza”. El emprendimiento comenzó con el trabajo en un tramo de 10 kilómetros en el ramal Paraguarí-Piribebuy. Por su parte, en Fuerte Olimpo, de acuerdo con Carlos Almirón, en el marco del programa “Ñamopotî Paraguay”, alumnos de instituciones educativas del departamento de Alto Paraguay realizaron una minga ambiental en sus comunidades, con apoyo de instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales.
(*) Especialista en Comunicación Rural