Lapachos amarillos
Las 16 socias fundadoras del “Club de jardinería luqueña” se enfocaron en el objetivo de tener un bosque de lapachos amarillos en Ñu Guasu, tal como hicieron los amigos de Israel. La presidenta de la nucleación, Gladis Almada, comenta: “nos informamos con profesionales para saber cómo preparar la tierra y abonar con mantillo especial, humus y bosta de vaca. Hablamos con el cuidador y le pedimos que se encargue de regar, colocamos una canilla y manguera en el lugar”.
30 de junio de 2018 - 01:06
Estas señoras luqueñas viven en los alrededores de la iglesia y tienen experiencia en hermosear sus calles; Gladis se declara una fanática de los lapachos amarillos, cuyos tonos asocia con los que distingue a su ciudad (azul y oro). “En Ñu Guasu ahora tenemos un jardín con varias especies, entre las que resalta el tajy amarillo. Es un regalo para nuestros hijos, nietos y la comunidad”, puntualiza.