Orgánica

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La madera es el alma de este diseño y alcanza niveles insospechados de la mano de un profesional decidido a hacer que la naturaleza fluya en todos los espacios. En una superficie de 82 metros cuadrados esta casa se sitúa, según el Arq. Juan María Fadul, en la “manzana salvaje, un lugar virgen que no fue visitado por el hombre en 50 años, que hoy posee terrazas, rampas, puentes, escaleras y galería”.

El lapacho forma columnas, vigas, tirantes, machimbres, con horcones de quebracho. Las paredes son dobles con eucalipto, las escaleras poseen además chapa perforada con pintura electrostática. Se anexan los vidrios templados y laminados en la cúpula, lo que facilita la gran luminosidad. El acabado en el techo interior es con barniz semimate y en el exterior se usó una capa de filtro solar, incoloro y brillante. Las aberturas internas se tratan con lustre natural semimate; la estructura, paredes y aberturas externas están protegidas del sol, mientras que en la terraza y las barandas se colocó laca poliacrílica brillante.

En la cocina hay paraíso, de reforestación, con mesada de granito y campana de acero, anafes y horno eléctrico. Un comedor antiguo con sillas talladas es el lugar reunitivo.

Los dormitorios poseen pocos muebles, muy útiles, como lugares para guardar ropa y sábanas. La deco es mínima porque lo más importante es la cabaña a la que el profesional denomina “Kayros”, situada en un paraje entre los árboles de Mariano Roque Alonso.

mirtha@abc.com.py

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