Enfatizó que la confianza es un valor que se requiere mantenerlo en el tiempo y transmitirlo a las nuevas generaciones que se suceden en la institución.
El cooperativista recordó el nacimiento de la Cooperativa La Paz hace medio siglo cuando inmigrantes japoneses de cuatro colonias que se habían instalado en el departamento de Itapúa resolvieron unir esfuerzos y trabajar por el desarrollo común como una estrategia para superar las no pocas dificultades que tenían en un ambiente inhóspito, con carencias de todo tipo. El interés por el trabajo cooperativo es casi natural en el japonés.
A partir de la segunda mitad de la década del 50 comienzan a llegar los grupos de inmigrantes desde el Japón y se instalan en colonias que se fueron conformando. Primero la colonia Federico Chávez, luego Fuji, La Paz y Santa Rosa.
Goto recuerda que era un niño cuando llegó con sus padres desde Japón. Aprovechó para expresar su eterno agradecimiento al gobierno y pueblo paraguayos que los recibieron con cordialidad y amistad.
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Los colonos se organizaron en cooperativas, pese a que muchos eran originarios de diferentes lugares de su país natal, incluso con dialectos disímiles, pero las necesidades les obligaron a trabajar en conjunto.
En 1970 se da un paso fundamental para la historia de la comunidad y la suerte de los colonos. Se fusionan las cuatro pequeñas cooperativas y se forma una sola con el nombre de La Paz. La sede es fijada precisamente en la colonia La Paz, que por entonces era una compañía rural del distrito de Fram.
La asamblea se realizó el 19 de junio de 1970 y la personería jurídica fue aprobada el 14 de septiembre de ese mismo año. No obstante, la fecha de celebración elegida por los socios es el 1 de octubre.
En la actualidad la cooperativa tiene 156 socios activos, en su gran mayoría productores de soja y trigo, y algunos de ellos, alrededor de 60 socios, incursionan en el rubro de la ganadería.