Roger Ayala, arquitecto y creador

El presidente Ayala, exitoso abogado, había sido asesor legal de las tanineras argentinas del norte. Por ello la delegación fue recibida con honores, y más al estar acompañada por el hijo del presidente y muy apreciado exfuncionario.

La diplomacia paraguaya, con todo cuidado, se aseguró de que los delegados tuvieran una visión in situ del escenario de la guerra sin arriesgar sus vidas. Aparte de Boquerón y Nanawa, estuvieron en los fortines Francia, Falcón y Rancho Ocho, donde habrán notado el espíritu victorioso de las tropas paraguayas; en Nanawa les habrán relatado que en esa batalla la victoria paraguaya fue tan contundente que se tomó como trofeo de guerra la tienda de campaña del general prusiano Hans Kundt, comandante boliviano entonces.

El Paraguay, cerca de la fecha del armisticio, se retira de la Liga de las Naciones por considerar que esta ha pasado sus atribuciones en desmedro de nuestra causa. El exhaustivo informe del ministro residente en París, Ramón Caballero de Bedoya, explica en detalle la posición paraguaya.

ELEGIR EL CAMINO DIFÍCIL

Roger Henry Ayala nació el 6 de abril de 1913 en Bélgica. Falleció en 1987. Indudablemente, hubiera destacado como profesional y como personaje social en cualquier ambiente. La responsable de su educación fue su madre, Marcelle Durand, que legó unas memorias principalmente referidas a su esposo, víctima de un golpe de Estado y preso en una celda para reos comunes junto con el comandante militar, José Félix Estigarribia, menos de un semestre después de haber logrado el armisticio del 12 de junio de 1935 en condiciones muy favorables a su país.

Al arquitecto Roger Ayala se le atribuyen obras de envergadura, como el Ministerio de Salud Pública, en Brasil y Pettirossi, obra de la década de los cuarenta, durante el Gobierno de Higinio Morínigo, la Escuela Rural de San Lorenzo y el Hospital de Tuberculosos, en Venezuela y Concordia. También fue profesor de artes plásticas; el pintor, ceramista y escultor José Laterza Parodi estudió con él diseño y acuarela, y con Josefina Plá, cerámica.

Roger Ayala estuvo comisionado en el Chaco, en el departamento de Criptografía de Comanchaco, Estado Mayor de Estigarribia, con el grado de subteniente de Reserva. Hay un artículo de una revista de la Universidad de Cornell referido a ese hecho.

Roger Ayala se retira de la profesión a mediados de los años setenta del siglo XX, afectado por una afección del oído interno que le produce mareos y sordera. Su legado icnográfico es riquísimo. El arquitecto Ferreira Menchaca tiene un libro de dibujos de la Facultad, Joyas de Miniaturas, hechos en plumín con tinta china.

Roger Ayala reunió las ventajas y las peripecias de ser único hijo de, tal vez, con Eligio Ayala, a quien lo ligaban lazos de amistad aunque no de sangre, el estadista más importante de la historia paraguaya. Al no ingresar al mundo político, donde hubiera tenido el camino allanado, en una sociedad conservadora como la paraguaya, y tentar suerte en el mundo del diseño y la arquitectura, donde sus colegas lo ensalzan como creador de toda una escuela, que iba más allá de sus conocidas dotes de dibujante y proyectista, Roger, en medio de una oscuridad tal vez cortejada para no ser eternamente «el hijo del Presidente de la Victoria del Chaco», eligió un campo y un mundo donde la influencia política tenía poco peso y donde debió demostrar sus quilates de modo individual y personal.