Pero algo anda mal en estas administraciones, porque la facturación de ambas binacionales ronda los US$ 4.500.000.000 anuales y el sentido común nos dice que debemos recibir más de lo que actualmente se recibe por las ventas de la energía.
Las viejas excusas de brasileros y argentinos no pueden sostenerse legalmente y todos sabemos que tanto Brasil como Argentina ya recuperaron mucho más de lo que invirtieron en las obras a través del abundante aprovechamiento energético durante más de una década.
Lo que corresponde al nuevo gobierno es tomar en serio lo que ocurre en las binacionales afectadas por años de entreguismo, beneficiando a los socios en las binacionales y a algunos paraguayos antipatriotas que se enriquecieron. Lastimosamente, los mismos actores siguen vigentes y con renovados poderes, mimetizados en el asesoramiento a los nuevos directores en temas de la energía eléctrica.
Si bien en los discursos tienen como meta la negociación de los tratados y la deuda que, mágicamente, los hermanos, por decretos, unilateralmente modificaron aportes (contribución, subsidios, etc) en préstamos con intereses usurarios aplicados a un ente de carácter binacional.
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Los primeros actores nombrados por el nuevo gobierno pueden ser los mejores gerentes, pero no podrán con nuestros pares argentinos y brasileros sentarse a discutir temas eminentemente técnicos, que atañen a la generación y comercialización de la energía eléctrica, temas claves para recuperar la soberanía, acompañada de mayores ingresos para nuestro necesitado país.
En el Ministerio de Obras Publicas está un economista, que bien puede integrar un equipo negociador, pero en el Viceministerio de Minas y Energía nombraron a un biólogo, probablemente se consideró prioritario otro rubro antes que la Energía Eléctrica, pero sin demeritar su capacidad y respeto a su formación profesional, estimo que le resultaría muy difícil discutir temas técnicos de energía eléctrica con equipos técnicos de gran envergadura, como los que tienen los argentinos y brasileros en las binacionales.
A priori deberían de conocer ampliamente sobre las regulaciones y los procedimientos técnicos aplicados en los mercados eléctricos de Argentina y Brasil.
El perfil de los directores de las binacionales es adecuado para complementar el equipo, pero seguimos sin tener el perfil más importante para un equipo de negociadores, que realmente busque resultados y que son los profesionales que administran el movimiento de la energía eléctrica. Probablemente van a tener que recurrir a los famosos viejos y eternos asesores, que no dejan espacios a técnicos con una mentalidad más progresistas.
Los técnicos de las hidroeléctricas conocemos todos los perfiles de los profesionales que tenemos, y podemos decir con seguridad hacia qué rumbo nos iremos con estas personas y con sinceridad puedo decir que si se recurre a los monjes negros de las binacionales categóricamente este no será un nuevo rumbo.
Mi sugerencia al presidente es conformar el equipo negociador con economistas, abogados e ingenieros electricistas, que tengan alguna especialización y experiencia en la administración de energía eléctrica. Estas personas normalmente trabajan en la instituciones involucradas, con perfil bajo, pero con alto conocimiento y experiencia en las propias centrales hidroeléctricas, de manera a obtener el mejor aprovechamiento en las negociaciones de la energía eléctrica.
De recurrir siempre a asesores de escritorio, que no pisaron una central hidroeléctrica, nos quedaremos estancados, sin conseguir lo que legítimamente nos corresponde, unos ingresos superiores a los US$ 1.000.000.000, que corresponden al Estado paraguayo de las binacionales y quizás así tendríamos esperanzas en un combate a la pobreza como es su consigna.
Entrega
Corresponde al nuevo gobierno tomar en serio lo que ocurre en las entidades binacionales (Itaipú y Yacyretá), afectadas por años de entreguismos .
Más
Algo anda mal, porque la facturación de ambas binacionales ronda los US$ 4.500.000.000 anuales y el sentido común nos dice que debemos recibir más.
Verdad
Brasil como Argentina ya recuperaron más de lo que invirtieron en las obras con el abundante aprovechamiento energético durante más de una década.
(*) Especialista del sector eléctrico