El Canal de Panamá y su semejanza con Itaipú

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Bastante ha sufrido Panamá para recuperar la soberanía en la administración del canal; el cual, antes del reclamo era íntegramente administrado y explotado por los Estados Unidos de América.   

Ingentes recursos económicos, generados en territorio panameño por el uso de sus recursos naturales, no quedaban en Panamá. Al igual que en Itaipú, el flujo de caja y la facturación total lo administraba la nación de "mayor tamaño".   

El pueblo panameño se pasó reclamando y protestando durante varias décadas, inclusive desde la misma construcción del canal, buscando el ejercicio pleno de su soberanía. Pues bien, un día histórico, pero a la vez lúgubre, en un triste espectáculo en el  que segaron  la vida de 22 personas durante el caos convertido en revuelta que asoló al país durante varios días.   

La diplomacia y la reacción internacional aparecieron después del caos y muerte suscitados en Panamá; notándose  la injusta situación opresión de los Estados Unidos de América a aquel país; todo ello sumado también a los escasos resultados en la participación en la Guerra de Vietnam de la poderosa nación del norte.   

La reacción internacional fue desfavorable para los Estados Unidos de América debido a   la gravedad de lo acontecido. El presidente de Panamá, entonces Roberto Chiari; en un hecho sin precedentes, rompió abruptamente las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América.   

Desde ahí concuerdo plenamente con las expresiones del ex presidente de Panamá, Martín Torrijos, quién estuvo días pasados en nuestro país explayándose acerca de las experiencias que rodearon a Panamá en la explotación del canal.   

Convengo con Torrijos cuando expresa que Panamá se ha ganado el apoyo de toda la comunidad internacional; pero destacó que ello sucedió luego de la pérdida de 22 vidas humanas. El Paraguay debe realizar exactamente lo mismo, ganándose el apoyo de la comunidad internacional.

Una importante decisión sería que nuestras embajadas en todo el mundo hagan saber que el Paraguay se encuentra reclamando una verdadera independencia energética, enfrascados en una campaña denominada "SOBERANIA ENERGETICA - CAUSA NACIONAL". Sería interesante, por ejemplo, imprimir en cada documento oficial la frase "SOBERANIA ENERGETICA - UNA CAUSA NACIONAL", ubicándolo en el extremo superior derecho de la hoja  El Paraguay debe ganarse el apoyo de la comunidad internacional al hacer entender al mundo que  Brasil y también  Argentina se encuentran expoliando  al Paraguay en sus hidroeléctricas binacionales compartidas.

El presidente del Uruguay, el señor Pepe Mujica, dejó entrever hace un tiempo el costo regalado de la electricidad paraguaya aprovechada por  Brasil; afirmaciones estas plasmadas y que obran en un libro de reciente publicación.   

En eso es que debemos emular exactamente lo realizado por el General Omar Torrijos (+), quién no tuvo temores en enfrentar a EE.UU. en un proceso de negociación diplomática; empero, todo ello luego del baño de sangre en Panamá.   

Siendo un poco frío, y dejándome llevar por la mente, que no conoce límites más que los impuestos por el corazón, lo más probable es que si en Panamá no ocurriesen las manifestaciones, con su luctuosa cuota de sangre, el canal de Panamá iba a seguir siendo administrado hasta ahora por los Estados Unidos de América o, al menos, por un tiempo más.   

Hablar de semejanzas entre Panamá y Paraguay también nos lleva inexorablemente a determinar diferencias, entre las cuales se destacan que Panamá y los Estados Unidos de América no son países vecinos, y no se enfrentaron en ninguna guerra. Además, la Nación del norte en ningún momento buscó el exterminio de ese país con un Tratado Secreto; tal como se intentó contra el Paraguay en la Guerra de la Triple Alianza. Así también, tampoco los archivos históricos de Panamá se encuentran secuestrados en los Estados Unidos de América y mucho menos en algún museo estadounidense se exhibe impúdicamente un cañón panameño hecho con las campanas de las iglesias panameñas.   

Diametralmente opuesta es la situación del Paraguay con el Brasil y la Argentina; en razón de que son dos naciones que han intentado exterminar al Paraguay en una guerra criminal. Toda creencia de que por la "vía diplomática pacífica" el Paraguay logrará su independencia energética es sencillamente de inocentes. Un simple cañón, al cual denominamos "CRISTIANO", exhibido aún como "Trofeo de Guerra" en el Brasil, es la muestra perfecta. Ahonda la tesis todo el archivo nacional paraguayo que se encuentra actualmente secuestrado en ese país, a pesar de que pasaron  más de 130 años desde la  finalización de la Triple Alianza.   

Las generaciones de antaño, que sucumbieron en defensa de la patria; la generación presente de compatriotas que plantea a gritos la reivindicación histórica y económica al Brasil y la Argentina, así como  las generaciones futuras que vendrán en busca de un Paraguay digno de orgullo y respeto, agradecerán eternamente al Gobierno actual la dura pero sabia decisión de reencauzar la relación que  mantenemos con el Brasil y la Argentina; debiéndose partir de la reparación histórica y económica de los daños producidos por la Triple Alianza, para terminar con la instauración de la explotación igualitaria en Itaipú y Yacyretá; todo ello con el objeto de vivir "recién desde ese momento" como socios igualitarios, tal cual establece el hasta ahora utópico "Mercosur".   

Deseo firmemente que el Paraguay logre su independencia energética en Itaipú y Yacyretá. Anhelo con toda mi alma que ninguna gota de sangre sea derramada para conseguir lo legítimamente reclamado. Sueño que el Gobierno paraguayo entienda claramente que la independencia energética se logrará solamente a través de un litigio internacional; razón por la que debemos nuevamente repetir que la Corte Internacional de Justicia nos aguarda para fallar conforme a los principios generales del derecho y la equidad.   

(*)  Abogado
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