La propuesta brasileña viene del contexto sociopolítico del Brasil Pos-Lava Jato o Brasil de Bolsonaro, un Brasil que no está dispuesto a aceptar y menos aún apañar triquiñuelas, artimañas, estratagemas y recursos de astucia para torcer situaciones que favorezcan o perjudiquen al Brasil en todos y cada uno de los estamentos de su administración pública.
El doble rasero para pago de la energía eléctrica de Itaipú que adoptaron anteriormente ANDE y Eletrobras es insustentable en los contextos sociopolíticos actuales, de Paraguay y Brasil, y la crisis invita a encontrar otros procedimientos para contratación y venta de la energía de Itaipú, más favorables a los Estados condóminos.
Lejos de ser un perjuicio para el Paraguay, la propuesta brasileña representa una oportunidad única para que a ambos Estados Condóminos se les venda la energía eléctrica al mismo precio final y no más a un precio final diferente para cada país, precios diferentes para cada país por la utilización de dos metros diferentes para un mismo producto.
La proporcionalidad de la energía barata en porcentaje a la energía cara es el origen de los diferentes precios finales de los Kilowatts/hora para cada país. En efecto, cuando se baten récords de producción de energía eléctrica es porque Brasil llevó mucho más energía barata, en todo lo posible, y cuanto más energía barata lleva el Brasil más barato le sale el precio final del Kilowatt/hora. En este procedimiento Paraguay no se beneficia en la misma medida que el Brasil.
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El Paraguay debe proponer, para superar el impasse, y salir beneficiado del mismo, al igual que Brasil, que el precio final de la energía eléctrica que se entrega a ambos Estados, al cierre de un ejercicio anual sea el mismo tanto para el Paraguay como para el Brasil.
Como mejor solución el Paraguay debe proponer que todos los Kilowatts/hora que se hayan entregado tanto al Paraguay como al Brasil, tomados ambos como un solo cliente, tengan el mismo precio para ambos Estados Condóminos al final de un año de ejercicio.
De esa manera se dará cierre al proceso de negociación de suma cero y Paraguay y Brasil podrán pensar y elaborar planes conjuntos de sendos desarrollos económicos a partir de los recursos que Itaipú provee a ambos en una anhelada dinámica de ganar-ganar.
Esto se puede conseguirse sin cambiar ni el Anexo C, ni Notas Reversales y mucho menos acuerdos internos en Itaipú, de manera que se contrate potencia –la energía cara– conforme las necesidades y la energía adicional –energía barata– sea retirada conforme las respectivas demandas y al final del ejercicio se realicen ajustes contables de manera que cada Estado pague el mismo precio por cada Kilowatt/hora retirado.
Esta solución, además, pondrá punto final a negociaciones espurias que favorezcan a intereses creados que hieren los más genuinos intereses nacionales de ambos Estados y dañan las mejores relaciones de cooperación y entendimiento que mantienen Paraguay y Brasil.
