En los países anglosajones, al bar back también se le llama corredor o correcaminos, palabras que casi definen el espíritu de Eduardo Di Natale, quien hizo realidad su sueño de recorrer el mundo desde temprana edad.
Siendo estudiante de Agronomía, a los 22 años decidió viajar a Dinamarca, siempre con el deseo fijo de explorar el globo. “Quería ver si había oportunidades de hacer algo con mi propia vida. Era muy curioso”, sostiene. Allí trabajó durante más de un año reforestando campos; luego, se trasladó a España y, tras otro año, volvió a Dinamarca.
El 29 de noviembre de 2005 —fecha muy importante para él— viajó a Inglaterra y se instaló en ese país definitivamente. “Este era uno de los países que más me motivaba conocer, especialmente porque soy un admirador de sus grandes exponentes de la música”, recuerda.
Trabajando como DJ en una discoteca, conoció a Allan Gage, director de Sweet & Chilli Limited, una de las firmas más importantes del Reino Unido dedicada al catering de bebidas, eventos vip, festivales de música y consultoría de marcas. Gage le ofreció trabajo y se convirtió en su tutor. Así, Di Natale se introdujo en la industria del servicio, especializándose en todo lo referente a logística y organización, “corriendo” todos los festivales de música más prestigiosos.
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Primera empresa
En ese ámbito, a Di Natale se le ocurrió una idea y se la propuso a Gage. “Como conocía a muchas personas con ganas de aprender y trabajar, le dije a Allan que le podía proveer de trabajadores instruidos si tercerizaba ese servicio. Aceptó y me ayudó a constituir mi primera compañía”. En 2006 nació Team Road Runners, que ofrece personal capacitado a Sweet & Chilli Limited. Desde entonces, la empresa dirigida por Di Natale participa de grandes eventos musicales, deportivos, sociales, como los conciertos de Rolling Stones, los Premios MTV, las Olimpiadas de Londres, las carreras de Fórmula 1, entre otros. “Mi compañía es la primera en brindar este tipo de servicio especializado en bar back o personal de soporte de Inglaterra. Visualicé ese agujero negro en la industria y me metí de lleno con bastante éxito; incluso, relativamente monopolicé esa parte del mercado y empecé a ser reconocido por la calidad de mi servicio”, afirma.
Ínterin conoció a su esposa, Tammy, de origen sudafricano, actual socia en el negocio, con quien tiene una hija, Billie. “Junto a mi señora forjamos una reputación que es solicitada por las más grandes marcas de bebidas del mundo. Fue un crecimiento paulatino, difícil pero no imposible”.
Hoy, el objetivo de Di Natale es ofrecer sus servicios al mercado sudamericano, teniendo como sede a Paraguay, con miras al Mundial de Fútbol y las Olimpiadas en Brasil. “Quiero sacar lo lindo de mi país con la experiencia que tengo, ya que el sector del servicio en Paraguay es muy pobre en relación a los países del primer mundo. Mi intención es que esta tierra sea reconocida en el rubro”, indica. Su trabajo para lograrlo ya está en marcha a través de entrenamientos gratuitos, con especialistas europeos, a potenciales trabajadores de bar y promotoras, a quienes convocó a través de un anuncio en Clasipar. “Aquí no existe formación calificada para ofrecer perfect service u organización de bar, e inclusive ni siquiera hay equipamientos para bares. Este último hecho me llevó a crear mi segunda compañía, Di Natale Trading, dedicada a proveer equipos de bares y dispensadores de cerveza, todo lo relacionado al bar. Como nosotros somos especialistas en bares, mi idea era traer este tipo de productos para modernizar la industria nacional, porque sin utensilios y equipamientos no se puede dar un servicio serio”, apunta.
Entre sus proyectos a corto plazo para Paraguay están ofrecer consultorías a marcas de bebidas, servicios para los grandes conciertos, además de abrir un negocio abocado al bar y un establecimiento. “Estamos estudiando el mercado paraguayo para instalarnos como referentes de la industria, avalados por nuestros conocimientos y experiencia”, refiere.