¿Dónde están los ingenieros?

¿Por qué el Paraguay no produce suficientes ingenieros? ¿Cuánto tiempo se invierte en su educación y cuánto ganan? ¿Existe alguna política de Estado para revertir la situación? Estas y otras preguntas surgieron luego de que en marzo pasado se diera la noticia de la intención del Gobierno de contratar 100 ingenieros extranjeros para trabajar en empresas privadas vinculadas al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, por la escasez local en la materia. Estas incorporaciones ya se están realizando, según el ministro de Trabajo, Guillermo Sosa.

Los resultados de un estudio cuantitativo sobre la disponibilidad de recursos humanos en el sector de la construcción, presentado este año por la Asociación Paraguaya de Carreteras, mostraron que 900 ingenieros son requeridos para contratos en ejecución actualmente y son otros 594 se necesitarán a partir de 2016 para las obras que están siendo licitadas.

Esta asociación advierte que el país nunca estuvo preparado para una inversión de USD 1000 millones por año en obras públicas. Pero lo que sucede en el Paraguay no es un caso aislado, sino un fenómeno mundial. “Solamente los países asiáticos emergentes impulsaron una política de Estado para la formación de profesionales ingenieros, porque vieron la importancia de esta profesión para el desarrollo de una nación”, comenta María Teresa Pino, presidenta del Centro Paraguayo de Ingenieros (CPI).

Indica que en un país desarrollado, debería egresar un ingeniero por cada 2000 habitantes. Sin embargo, en el Paraguay egresa un ingeniero por cada 30.000 habitantes. Para un país tan atrasado en el desarrollo de infraestructura, en el que se necesita construir rutas, industrias, desarrollar tecnología, redes de agua potable, alcantarillado, entre otros, esta relación es catastrófica.

El rector de la Universidad Nacional de Asunción, Froilán Peralta, criticó la interpretación que hizo recientemente el ministro Sosa sobre la inversión en la educación superior pública, de contramano con las políticas regionales, que señalan que se debe incrementar el desembolso para la formación de estos profesionales. Contó que el titular de la cartera de Trabajo afirmó que un ingeniero cuesta unos USD 60.000 por año, tras dividir el presupuesto de la Facultad de Ingeniería que es de USD 10 millones anuales, por el números de egresados (160) en el 2014.

Hace cuatro años, egresaban apenas 70 a 80 ingenieros, pero tras la aplicación del programa denominado “Quiero ser ingeniero” se logró duplicar el número de egresos porque también se dobló la cantidad de ingresantes, que llegó a más de 400 por año.

Por otra parte, es una realidad del país que para estudiar, hay que trabajar. Sin embargo, esto le resulta imposible a un estudiante de ingeniería, quien debe dedicar entre 30 a 35 h a la semana a las clases y, además, necesita el doble de tiempo para estudiar. El ingreso es, también, un filtro importante, porque para acceder a la carrera, los bachilleres deben ser formados especialmente en algunas materias en las que las competencias de la educación secundaria son insuficientes, en un proceso que lleva ocho meses. Luego, la formación dura otros cinco años, además de la tesis de grado. Actualmente, están en el probatorio de ingeniería más de 600 jóvenes.

¿Cuánto gana un ingeniero?

Según Pino, en el sector privado, un ingeniero junior, dependiendo de su especialidad, gana entre G. 8.000.000 y G 12.000.000. De entre estos, un ingeniero civil recibe una paga más elevada que uno de otra área, por la demanda que existe. Los montos van variando conforme a la formación.

Ya los estudiantes de últimos semestres son contratados por las empresas, debido al requerimiento y perciben un sueldo de entre dos y tres salarios mínimos.

En el sector privado se valora más la producción y experiencia, por ende, los salarios son más elevados que en el público, destaca Pino. “En el sector público, G. 4.000.000 puede llegar a ganar un ingeniero que tiene una maestría. Esos son salarios que paga este sector, por lo que pocos profesionales quieren desempeñarse allí”, afirma la presidenta del CPI.

Descenso

El Centro Paraguayo de Ingenieros (CPI) tiene registrados a unos 4000 ingenieros de distintas especialidades, que para poder firmar planos y participar en licitaciones, entre otros trabajos, deben estar inscriptos por ley. Pero desde el gremio estiman que son más de 1000 los que no figuran en la lista.

Silvana.bogarin@abc.com.py