Actualmente, estamos ante una ola de incendios en todo el país, e incluso a nivel regional y mundial, que se agrava con el clima seco causado por la falta de lluvias y los focos de los incendios causados sobre todo por el ser humano.
Los incendios forestales tienen un impacto devastador, liberan a la atmósfera importantes cantidades de dióxido de carbono (CO2), además de otros gases y partículas de humo y polvo, cuyas consecuencias más visibles son la destrucción del ecosistema y del paisaje, se favorece el efecto invernadero y el cambio climático. La vegetación destruida aportaba oxígeno, capturaba CO2, sostenía el suelo y daba cobijo y alimento a una gran variedad de organismos.
La pérdida de suelo por erosión es una de las más graves de todas las consecuencias de los incendios forestales. La destrucción de la estructura superficial del suelo y arrastre de cenizas origina una compactación que impide la penetración del agua, reduciendo así su humidificación. Las lluvias torrenciales arrastran las cenizas y las aguas aumentan su turbidez contaminándolas. Las partículas de carbón y las cenizas en suspensión en el aire tienen, por otro lado, un efecto perjudicial en la salud de las personas.
La mayoría de los incendios forestales son causados por el ser humano, ya sea por obra de un pirómano o por la negligencia en el uso del fuego, siendo muy pequeña o casi nula la incidencia de las causas naturales.
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Lastimosamente, aunque existan leyes ambientales que castigan los delitos ambientales, las personas que lo hacen intencionalmente no son denunciadas a causa de la falta de conciencia de la población, sumada a esto la debilidad de las instituciones encargadas de aplicar las leyes ambientales.
No se prevén lluvias muy grandes en este tiempo, y el humo molesto traído por el viento fuerte que lo esparce y distribuye llega a cubrir las ciudades, creando serios problemas para la respiración. Podemos afirmar que el cambio climático es cada vez más notorio y sentimos sus efectos.
Recomendaciones para evitar incendios forestales
No arrojar cigarrillos ni fósforos al suelo.
No encender fuego en el monte en épocas de riesgo.
Solicitar autorización para las quemas de rastrojos y de limpieza de los montes como pastizales secos, que solo se podrán realizar en los periodos autorizados y nunca en días de viento o sequía.
No utilizar maquinaria agrícola o forestal que pueda generar incendios con las chispas en época de riesgo.
Cumplir con las restricciones de acceso a zonas forestales en épocas de riesgo.
Extremar las precauciones si se emplea fuego en las actividades agrícolas.
Si se divisa un incendio, avisar de manera inmediata al 132 o al teléfono de emergencia 911.
Finalmente, insistir que el 95 % de los incendios forestales se deben a la acción humana, por lo que debemos poner toda nuestra atención y responsabilidad en evitarlos.
Capacidad
Elabora propuestas de mitigación de los efectos de las catástrofes naturales.
Actividad
Reflexiona y escribe.
Mensaje a comunicar en una radio local a la población para contribuir a evitar los incendios forestales.
Fuentes: https://bit.ly/3koVF76, https://bit.ly/2FOS8R3.