La escuela sigue siendo un brazo ejecutor de levante para varios proyectos socio comunitarios, muchas veces su tarea es poco apreciada, sin embargo, como estamento trascendente va acompañando las necesidades más urgentes que surgen a partir de requerimientos inmediatos. Ejemplos: aplicación de filtros de supervisión para la influenza AH1N1 y Dengue, por cierto, alarmantes en periodos críticos. El trabajo de la escuela no se cierra netamente en lo pedagógico, va mucho más allá.
A lo largo de nuestras vidas pasamos por procesos patológicos en diferentes niveles desde moderados a graves. En muchos casos, hay personas que conviven con enfermedades crónicas de larga duración que pueden ser graves o leves. Varios de estos pacientes están por las escuelas, lo cual compromete al docente a brindar una cobertura de acuerdo con la patología siempre con la cooperación de la familia.
Son varias las enfermedades crónicas que pueden padecer los niños y adolescentes en la etapa de escolaridad.
Diabetes Infantil
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La Diabetes constituye la segunda enfermedad crónica en la infancia. En la antigüedad era una enfermedad de los adultos, con el aumento de la obesidad infantil relacionado con el sedentarismo y malos hábitos nutricionales, fueron acrecentando los casos de diabetes en los niños.
Formas de Prevención
Se puede prevenir empezando con la lactancia materna, con ella, se evita una alimentación en azúcares no necesarios en esta etapa de desarrollo y crecimiento. Es preciso que los niños tengan una alimentación saludable, consumir dieta rica en fibras, realicen actividades físicas, evitar que permanezcan largo tiempo frente a la televisión o computadora.
Lo importante también es que los niños disminuyan la ingesta de azúcares de absorción rápida (azúcar refinada, morena, cristal y de miel y cambiarlos por los que ya existen en las frutas, pastas y otros).
Recomendación terapéutica
1. Consultar periódicamente con profesionales del área salud.
2. Realizar el tratamiento con las orientaciones del médico.
3. Recibir ayuda psicológica para el fortalecimiento emocional.
4. Acompañar al niño para que pueda llevar una vida normal.
