Ideas para la clausura: el árbol que deja huellas

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Se trata de una actividad muy sencilla de realizar en el aula. Es una propuesta para ir cerrando el año lectivo y reflexionar sobre las huellas que dejamos con todo lo que hacemos; pueden ser huellas lindas, agradables, de cariño o, también, de tristeza y dolor. Pero todo lo vivido en el año nos marcó para seguir adelante, y es bueno recordar los buenos y divertidos momentos. Esas huellas no se borrarán aunque el próximo año no estemos juntos.

Materiales

• Árbol en una hoja (conviene que la hoja sea, como mínimo, en tamaño DIN-A3) o en una cartulina.

• Témperas de colores

• Merece la pena que el árbol sea proporcional a la huella que dejaremos impresa. Otra opción es hacer un árbol mucho más grande y llenarlo con muchísimas huellas de colores de todos los alumnos del aula.

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Cómo se hace

Paso 1 

Existen muchas maneras de llevar a cabo esta actividad de consolidación de grupo: los alumnos pueden crear con las témperas muchas tonalidades de colores que den colorido al árbol. Podemos organizar grupos de cuatro alumnos y que cada uno se encargue de una tonalidad. Los alumnos pueden asignar sentimientos a los colores y elegir el color del sentimiento con el que quieren dejar huella en el árbol. Cada alumno puede elegir la rama de un árbol y usar todas las yemas de sus dedos para rellenar de huellas su rama.

Paso 2 

Lo importante es que los niños realicen esta actividad y puedan llegar a una reflexión. Para ello, una vez finalizada la actividad, se puede exponer el Árbol que deja huella en un lugar visible del aula y sentarnos formando un círculo. Una vez que estén todos sentados en círculo podemos preguntar: ¿qué significa la expresión «dejar huella»?, ¿qué tienen de particular las huellas de las personas?, ¿dónde se pueden encontrar nuestras huellas?, ¿para qué ha servido esta actividad?