En la primera parte, se aportan elementos para definir este género discursivo. Se analizan las palabras que sirvieron como base al tema propuesto y el alcance significativo de las distintas expresiones componentes del texto motivador. En la segunda parte, se distingue la discusión de las otras formas expositivas de la interacción entre los integrantes del grupo de discusión y se comentan las características de la discusión realizada.
Finalmente, se recuerdan los puntos tratados y se sintetiza lo que se haya aprendido a partir del tema de arranque de esta actividad.
A continuación, te proponemos una narración que servirá para llegar a conclusiones valiosas a partir de los parámetros sugeridos.
El Reino del No Me Importa
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Había una vez un pequeño reino que se llamaba Lolimburgo. El rey Juan No, se casó con la princesa María Me Importa. De esa unión nació el príncipe José No Me Importa. El rey se llamaba Juan Porque se me Antoja y la reina se llamaba María Porque se me dala Gana.
Tanto los reyes como los súbditos hacían lo que se les antojaba cuando tenían ganas y nada les importaba.
El reino estaba muy sucio, ya que todos sus habitantes arrojaban la basura a la calle porque se les daba la gana. Era difícil caminar por las veredas entre restos de comida y cachivaches, pero a nadie eso le importaba.
Los habitantes se bañaban cuando se les antojaba, pero como a nadie le importaba, estaban todos roñosos y con muy mal olor. Siempre estaban enfermos.
En la escuela. Los alumnos asistían a las clases solo cuando tenían ganas y estudiaban solo si se les antojaba, y como a la directora y a las maestras no les importaba, los alumnos eran necios e ignorantes.
Los comerciantes atendían cuando se les daba la gana y vendían lo que se les antojaba. Si alguien quería comprar papas y ellos no tenían ganas de venderla, la gente tenía que comprar mandarinas o lo que encontraran.
Los súbditos de Lolimburgo dormían cuando se les daba la gana, a veces de noche y a veces de día, y comían cuando se les antojaba. Desayunaban por la noche y cenaban al mediodía, y no les importaba.
Mejor dicho, el Reino de Lolimburgo era un desastre.
Cuando el príncipe José creció, se enamoró de la princesa Beatriz Sí Me Importa del Reino de Merynburgo.
Beatriz era una joven muy hermosa con larga cabellera dorada, y a ella todo le importaba. Le importaban el orden y la limpieza. Le importaban la cultura y la educación de su pueblo. Si quería comer papas, pretendía que le vendieran papas.
Beatriz tenía muchos pretendientes que deseaban enamorarla ofreciéndole costosos regalos. El príncipe José sabía que iba a ser imposible conquistarla ofreciéndole el Reino de Lolimburgo, un reino sucio y desordenado, y decidió pedirle ayuda a la misma Beatriz para cambiar las horribles costumbres de sus súbditos.
Como Beatriz era muy inteligente, decidió ayudarlo. Le propuso que dictara leyes muy estrictas y penas para los que las infringieran.
Le sugirió establecer estrictos horarios en las escuelas. Los niños estaban obligados a asistir limpios, con las tareas hechas y los útiles ordenados; en caso contrario, los padres serían severamente sancionados. La basura debía colocarse en basureros, nada de arrojar residuos a la vereda. Donde antes había basura, debían plantar árboles y flores.
También los comerciantes y los trabajadores debían cumplir horarios estrictos, que no se pasaran durmiendo cuando debían trabajar y que no estuvieran trabajando cuando debían dormir. Los comerciantes debían abrir en horarios estipulados y debían abastecer sus negocios con los productos necesarios; debían contar en existencia con lo que se les pidiera y no solo vender lo que se les daba la gana.
Al principio, les costó mucho a los habitantes adaptarse a las nuevas normas de urbanidad, pero pronto todos se percataron de las ventajas de la organización ofrecida.
Gracias a la limpieza había menos enfermedades, las calles ahora lucían flores en lugar de basura y todos disfrutaron con los cambios.
Los niños aprendieron a leer rápidamente.
Los comerciantes ganaron mucho dinero vendiendo más y mejor, complaciendo a su clientela. Todos los súbditos de Lolimburgo estaban felices.
El único que no era completamente feliz era José: seguía enamorado de Beatriz. Aunque ahora ya tenía un hermoso reino para ofrecerle y decidió pedir su mano.
Beatriz Sí me Importa esperaba que llegara ese momento; le enamoraron los ojos azules de José y sus deseos de progreso para su pueblo. No tardó en decirle que sí.
Se casaron enla Plazade Lolimburgo, en presencia de todos los habitantes, quienes celebraron la boda con una fiesta que duró siete días.
José y Beatriz tuvieron siete hijos de ojos azules y vivieron muy felices.
FIN
ACTIVIDAD
* Como corolario de la sugerencia inicial, se repiten ciertas normas de urbanidad expuestas durante el debate como consecuencia de la narración escuchada y se anotan cuáles son los compromisos que se irán asumiendo en la demostración de buena conducta cívica ciudadana. Se establecen también los controles progresivos y se nombra a las personas que estarían al frente de estas labores semanales.
