Reutilizar ¡vale la pena!

Desde el punto de vista ambiental, la reutilización es una tarea que demanda más esfuerzo, pero vale la pena, porque, además de ser educativo, ayuda a crear una cultura de la limpieza. Reutilizar significa volver a utilizar algo, generalmente con una función distinta a la que tenía originariamente. El paso previo a la reutilización es la clasificación o separación.

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Generalmente, los residuos se colocan en una sola bolsa o se depositan todos juntos en un pequeño o gran contenedor; allí se puede encontrar de todo, vidrios, restos de comida, plásticos, latas, entre otros. Esta práctica ciertamente es muy fácil, principalmente porque ahorra tiempo. En una sociedad en la que nadie tiene tiempo para nada, depositar los residuos en un solo cesto es lo más común, pero acto seguido, nos preguntamos ¿cuál es el costo de esta práctica? Un ejemplo del deterioro del medioambiente es justamente el depósito de los residuos en un solo contenedor. Por más que la práctica se realice dentro de la más absoluta «limpieza» siempre será un deterioro.

Separar residuos puede constituirse en una práctica engorrosa, que puede insumir mucho tiempo, pero aquí surge de nuevo la pregunta, ¿quiénes ganan con esta práctica? La separación supone disciplina, es exigente, pero al final del camino todos salimos ganando. Esta actividad es eminentemente educativa, y crea una cultura de limpieza, he aquí el valor de la clasificación. Se separan vidrios, cartones, papeles, latas, plásticos, entre otros, todo aquello que es potencialmente reutilizable.

Algunos ejemplos de materiales que podemos reutilizar: una botella de plástico, que contenía gaseosa, se puede convertir en un frasco para almacenar agua bebible. Las hojas utilizadas en una sola carilla, inutilizando la usada, se vuelve a escribir al dorso en la parte blanca. Estas y otras prácticas marcan la diferencia a la hora de cuidar el medioambiente.

¿Sabías que?

Los residuos orgánicos (todo lo que se descompone) no se reciclan, sino se transforman. Ejemplo: restos de verduras dispuestos en una abonera, se convierten después de cierto tiempo en abono orgánico.

Para tener en cuenta

Con el concepto de residuo cero, el impacto al medioambiente es cero.

Para conocer más

Con el concepto de separar y reutilizar se puede llegar al otro concepto fundamental: residuo cero.

¿Qué podemos hacer?

Aplica las dos prácticas aprendidas: separar y reutilizar.

a. Para separar necesitamos mínimamente cuatro cestos: para plásticos, latas, vidrios y residuos orgánicos.

b. Una vez separados los materiales, generalmente si no los reutilizamos de manera inmediata, los almacenamos en lugares limpios.

c. Ejemplos de reutilización: una lata de duraznos se puede convertir en una linda maceta para plantas.

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