El pedraplén de 200 metros incluye membrana textil y vigas de coronamiento. Una vereda peatonal bordeará la estructura, permitiendo que los visitantes observen los restos del emblemático edificio desde un lugar privilegiado. El muro de piedras reemplaza a la empalizada de madera que servía de protección a las ruinas del templo San Carlos. Durante la crecida del año anterior, se observó un peligroso deslizamiento en la zona cercana a la construcción que data de los tiempos de Carlos Antonio López, lo que motivó el pedido de auxilio de autoridades y gestores culturales del lugar. La EBY respondió a este clamor llamando a licitación para la construcción del dique, que tendría una segunda etapa, para proteger también al que fuera cuartel del Mariscal Francisco Solano López.
20 de mayo de 2015 - 22:05
Avanzan trabajos en Humaitá
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