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Los campos de pastoreo como la siembra en los sectores bajos se verán afectados con el aumento del caudal del río del Paraná.
Los vecinos de los distritos de Cerrito, Villalbín, General Díaz, Paso de Patria, esperan que la riada no llegue a niveles insostenibles, obligando a la población a refugiarse en la zona más alta. Como mecanismo de precaución, los ganaderos han iniciado el traslado de los animales a sitios más altos. Años atrás, una situación parecida había derivado en una gran mortandad de animales.
Se espera que esta vez no se llegue a niveles tan críticos y las pérdidas de los productores pecuarios no sean considerables. Otra actividad productiva que se reciente en estos casos, es la producción de ladrillos.
Las olerías están ubicadas en la zona ribereña y son invadidas por las aguas. En menor grado son afectadas la agricultura y la pesca. A los daños que se dan en el sector productivo se suman los cortes en los caminos rurales, que dejan aisladas a poblaciones enteras.
En Pilar, las autoridades comunales han manifestado que estarán expectantes ante la posibilidad de grandes lluvias, que puedan complicar la situación de los vecinos de sectores bajos. Para los próximas semanas se prevé la instalación de una segunda motobomba de gran poder de desagüe en el muro del barrio San José, sector en el que varias viviendas habían sido anegadas tras las últimas precipitaciones. En Alberdi, la crecida del río Paraguay había dejado prácticamente aislada a la población y se teme que el muro colapse.