Marinar es poner un alimento en remojo en un líquido aromático y mucho más condimentado que el de maceración, para que esté más tierno (como el caso de la carne de caza), para suavizar los sabores fuertes de algunas carnes, y para aromatizarlas antes de cocinarlas. Por lo general, no se debe de marinar más de veinticuatro horas y mejor siempre en la heladera. Es una técnica muy antigua, que en un principio se empleaba para conservar, ya que los líquidos habituales para marinar eran vino, agua salada, hierbas y especias, aunque hoy en día los alimentos se marinan principalmente para perfumarlos y reforzar sabores. El marinado con limón es conocido como sashimi en Japón y ceviche en Perú.
Si el marinado es un término que por lo general se empleaba más con pescados y verduras, existe otra técnica destinada principalmente para piezas de carne: el adobo, proceso que por lo general se suele preparar con aceite, pimentón y ajo. Este provocará que la carne adquiera sabores y aromas, pero también propiciará que la fibra de las carnes sea mucho más tierna y blanda.
