Un total de 33 doctores en derecho se presentaron al llamado por el cupo que dejará vacante el próximo 17 de enero la ministra Miryan Peña Candia.
El concurso trae la variante de que los postulantes serán sometidos a exámenes de conocimientos generales y específicos (aunque se desconocen los tópicos a ser examinados y tampoco si el resultado será excluyente).
Además, los miembros del Consejo de la Magistratura deberán evaluar de inmediato el desempeño de los candidatos en audiencia pública, lo cual exige a los consejeros la presencia en las audiencias públicas.
Varios de los postulantes se vuelven a presentar, inclusive algunos ya estuvieron en terna o ahí cerquita y hasta hay un caso de que uno de ellos fue electo por el Congreso y vetado por el Ejecutivo.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
También están los que vuelven a concursar después de varios años y los que lo hacen por primera ocasión.
Esta vez, la cantidad de participantes es inferior a otras ocasiones que superaban los 40.
Esto puede obedecer a la falta de credibilidad en el concurso o tal vez porque subieron los niveles de exigencia en cuanto a los exámenes.
En esencia, este concurso podrá plasmar una mayoría nueva en la Corte Suprema, lo que se traducirá en una renovación, ya que serán cinco los nuevos ministros nombrados en el periodo de un año (Eugenio Jiménez Rolón, Manuel Ramírez Candia, Alberto Martínez Simón, Carolina Llanes y el cupo actual).
Pero la tan mentada renovación más que con nuevas figuras se debe dar con luces jurídicas, valientes, desprovistas de devolución de favores y dispuestas a marcar jurisprudencia con fallos ejemplares.
Con las actuales nuevas figuras en la Corte se mostró una imagen más trasparente al incorporar las trasmisiones de las sesiones del pleno, dejar fuera a algunos magistrados, cuyos antecedentes en poco ayudaban a la imagen del Poder Judicial, o iniciar un saneamiento administrativo.
Pero también se observaron “zonas grises”, al no fundamentar porque algunos fiscales y jueces con buenos antecedentes quedaron fuera, la vacilante decisión en el caso de la demanda de Bonifacio Ríos Ávalos (quien demandó por su remoción de la Corte), o últimamente, el fallo favorable para que un exministro, José Torres Kirmser, a pesar de estar jubilado pueda seguir cobrando del Estado.
Pero más que nada lo que debe prevalecer es que el nuevo ministro o nueva ministra de la Corte Suprema se despoje de la mochila de quienes lo votaron.
Que entienda que si llegó al cargo fue por su preparación profesional, experiencia en el mundo del derecho e integridad como persona.
Suena a quijotada pero el mundo da señales de cambio y Paraguay no debe ser la excepción. La sociedad observa y entiende que sus buenos jueces ayudan a construir una sociedad más justa, por ende, hay que protegerlos.
La decisión es entrar a la Corte para hacer patria (que mucho se necesita hoy) o simplemente para ser más de lo mismo.