El portal digital “12 minutos” informó en la noche del 28 de noviembre de 2017 que el empresario brasileño Danilo Santana fue encontrado sin vida y con 25 impactos de bala en una lujosa mansión que poseía en Miami, Estados Unidos. Sin embargo, el medio noticioso resultó ser una web que se especializa en diseñar con facilidad noticias falsas y difundirlas.
Santana es conocido por contar con un sitio de apuestas deportivas denominado “D9”, a través de la cual convenció a los socios que iban a obtener ganancias anuales de hasta 360 por ciento con su aporte. Sin embargo, en los últimos meses, el brasileño dejó de cumplir con los pagos que había prometido y, de repente, “se esfumó” con el dinero juntados de las incautadas víctimas.
Incluso se dio el gusto de vacacionar en lugares de alto lujo, como Dubái y Nueva York.
El esquema de la megaestafa
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Según la pesquisa, el sistema de inversiones en apuestas deportivas “D9” creado por Santana promocionaba “valores” consistentes en derechos crediticios que, según categorías, costos y ganancias porcentuales, son muy elevados y en corto plazo por la adquisición de los mismos, se pueden obtener rendimientos semanales de entre 15 a 50 por ciento, dependiendo de la puntuación, en el lapso de unas 52 semanas.
Contaba con todas las características de una pirámide financiera, debido a que tenía entre sus pilares la afiliación de más socios como uno de los métodos de crecimiento de la empresa, aunque algunos de sus promotores lo han negado, según videos que se pueden ver en algunos sitios de internet.
El sistema de captación de dinero se extendió por varios países del mundo y, solo en Paraguay, unas 30.000 personas se habían suscripto. Pero cuando en los últimos meses el brasileño dejó de cumplir con el pago prometido, se vino encima una “lluvia” de reclamos judiciales en varias unidades fiscales para exigir la devolución de sus rendimientos. Pero mientras las informaciones salían a luz, Santana ya estaba fuera del país con el dinero juntado de las víctimas. Pese a la magnitud de la estafa, Interpol informó que no se dictó una orden de captura contra él.
En Brasil, la Justicia dictó su prisión, sus bienes fueron bloqueados y se allanó su casa ubicada en Itabuna, estado de Bahía, de donde se recuperó 1 millón de reales, además de arrestar a varios involucrados en la estructura.
