Pisos blancos y lámparas de cristales brillantes dan suntuosidad a los salones con pocos, pero elegantes muebles y cortinas de telas con motivos a rayas, adornadas con borlas. La tapicería de los sillones de gran tamaño sostiene almohadones mullidos de tonos claros, y muy cerca están la mesa de centro y las sillas de madera tallada. El área social unida a la cocina se destina a la familia numerosa que también dispone de un sector de quincho, que sigue la misma terminación con cielorraso blanco y apliques de luces led. El comedor, de Casa Viva, expone el tono chocolate.
Mientras los rayos del sol ingresan a esta hora, las temperaturas climatizadas en los interiores son un poco más benévolas y la mirada recorre las superficies en la casa decorada por Karinna Pereira de Schussmuller, en la que hay carpintería de aluminio, pasamanos y chimenea hechos por la Industria Metalúrgica Schussmuller.
El arquitecto Adolfo Núñez se luce con la cocina alargada de mesada de granito y muebles con vetas a la vista. Los detalles halagan al buen cocinero que tiene todo a mano, gracias a que cuenta con torre
de hornos, estantes con puertas de cuarcita, gavetas para cacerolas y cajones con rieles muy fáciles de correr.
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A través de la escalera de mármol se llega a los dormitorios, el matrimonial con alfombras persas, mesitas ovaladas y una cama con respaldo blanco, en la que vemos la conjunción del color gamuza con el grafito del edredón, la ropa de cama con sábanas, voladones y forro; una creación de Che ama. El vestidor es un paraíso con una isla central para guardar accesorios y alrededor placares con puertas y espejos corredizos. Glamour soberbio para una construcción que no necesita mucho para brillar.
Vida en el patio
En el jardín, todavía en formación, una piscina rectangular refresca a los invitados y se puede oler el aroma del árbol de canela; muy cerca, las palmeras atraen a las aves, que sin timidez recorren el pequeño jardín bajo un sol impío. Los asientos de hierro y madera son ideales para una amena conversación y una fruta, o probar el riquísimo café que prepara la dueña de casa.
Fotos Celso Ríos