La llegada del verano significa para muchas exhibir más el físico, y el calor de estos días también lo exige. Los antiestéticos granitos que aparecen en las piernas luego del depilado son bastante comunes. Estos se dan como consecuencia del crecimiento del vello y, aunque parezcan acné, no lo son. Mientras crece el pelo, se produce un “atasco” manifestado en forma de grano. Se asocia además al incorrecto cuidado de la piel antes y después del procedimiento, y también puede producirse por una irritación cutánea causada por realizar mucha presión en el momento del depilado.
¿Cuál es la solución?
Los dermatólogos aconsejan exfoliarse la piel para ayudar a mantenerla más fina e hidratada; inclusive, ayuda a eliminar esas células muertas que forman una muralla a la salida del vello. No es conveniente ser agresiva al exfoliarse; con suaves movimientos se realiza esta práctica. Algunos de los tips consisten en ducharse 10 minutos con agua templada, sin utilizar jabones abrasivos.
No es bueno depilarse todos los días, ya que el vello debe crecer lo suficiente como para que no se entierre bajo la piel y, posteriormente, se convierta en granos. Si es posible, se debe optar por una afeitadora eléctrica, pues no corta tan cerca de la piel; en cambio, las cuchillas manuales son perjudiciales porque irritan. Antes del depilado, se debe cubrir la zona con jabón humectante o crema y dejar reposar unos segundos para que se suavice el vello. Otro consejo es posicionar la máquina en dirección opuesta al crecimiento del pelo y pasarla sin mucha presión. Luego, por las noches, aplicar loción hidratante.
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Alternativas de depilación
La depilación con luz pulsada es una de las opciones válidas para lucir de maravillas en la estación de estío. Elizabeth González, encargada de la clínica estética de Rommy, explica que este tratamiento consiste en la aplicación de la luz pulsada en una zona específica del cuerpo. “Esta terapia no es dolorosa. La depilación se realiza una vez al mes, de acuerdo al ciclo de crecimiento del pelo, y su efecto es definitivo. Son necesarias ocho sesiones, aproximadamente, para lograr el efecto que se busca. Pero la duración depende de la persona, de la zona a tratar, el tipo de piel y las características del vello”, señala.
Según la profesional, este tratamiento no hace daño, pero no se aplica a personas que sufren de alguna enfermedad como cáncer de piel. “Siempre es recomendable consultar con un dermatólogo previamente”, resalta.
Para acceder a la depilación con luz pulsada, primero se debe suspender el bronceado por luz solar, solárium u otro medio, como mínimo por dos semanas, a fin de evitar quemaduras en la piel. “Cuatro semanas antes se debe interrumpir el uso de autobronceantes. Cualquier residuo debe ser removido antes del tratamiento”, indica.
Además, aconseja evitar la depilación con cera u otros métodos por arrancamiento, al menos tres semanas antes. “El área a tratar debe ser rasurada 24 horas antes del tratamiento, para que la piel no se encuentre muy sensible en el momento de la aplicación”, aclara.
Posaplicación
Luego de la depilación con luz pulsada, se debe evitar la exposición directa al sol. “Es mejor evitar exponerse a los rayos solares inmediatamente después de la aplicación. Por lo menos hay que esperar 15 días. Pero siempre se debe contar con una buena defensa para la piel, como un protector solar factor 50. Se recomienda untarse mínimamente tres veces al día”, aconseja.
Si aparece alguna picazón en la zona tratada, hay que evitar rascarse. “Productos suavizantes para la piel, como el gel de aloe vera, se puede utilizar después del tratamiento para evitar ardores. Es aconsejable no tener contacto con agua caliente al menos por 24 horas luego de la sesión. Tampoco hay que utilizar perfume o desodorante en la zona tratada, por lo menos durante 12 horas, con el fin de que no haya irritación”, indica Elizabeth.
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