Luis, desde niño, descubrió que poseía el don del servicio. A los 11 años inició su formación como líder en el Comité Departamental de la Niñez y Adolescencia, comenzó siendo representante de su municipio y luego llegó a ser representante del departamento de Presidente Hayes en la plataforma Nacional de la Niñez. “Un líder debe saber tomar decisiones claves en momentos precisos; tiene que aprender a tener la mente abierta para recibir las críticas y sugerencias, en especial si son constructivas”, manifestó.
Empezó a integrar el Cuerpo de Bomberos a los 12 años –casi desde que se fundó la compañía–. “Me inicié como un simple abanderado haciendo brigada juvenil; este año espero jurar oficialmente y ser un bombero combatiente”, sostuvo. Además, comentó que ser un voluntario en cualquier ámbito, para él, es lo máximo: “Muchos dicen que desperdicio parte de mi vida, pero para mí es un tiempo bien aprovechado”.
Por otra parte, comentó que el año pasado encaró un proyecto muy grande, que nació en Juventud Que se Mueve, denominado Una nueva imagen para mi ciudad y consiguió que el Estado invirtiera fondos en la zona fronteriza del Puerto Falcón, para cambiar la imagen de la ciudad y nutrir el aspecto comercial. Comenta que un líder debe crear las oportunidades y no esperar a que le lleguen.
“Para ser bombero voluntario uno debe tener vocación y el espíritu de servicio”, expresó, teniendo en cuenta que los bomberos en muchas ocasiones arriesgan sus vidas por los demás, sin recibir un guaraní a cambio. Finalizó diciendo que en el Gobierno muchos son líderes para mandar y no para servir, mientras que, a su parecer, “ser líder implica servir”.
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Por Matias Orué (17 años)