/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/ALMVJVSIPRFDPKKO7GEB6VWORA.jpg)
Cargando...
En algunos casos los pacientes refieren agotamiento y dolor hacia la derecha del abdomen. Dos expertos en hepatología nos informan más.
El doctor Marcos Girala, hepatólogo, describe que “el hígado graso se puede presentar debido al consumo de mucho alcohol o debido al síndrome metabólico que proviene de la obesidad, la grasa abdominal, el colesterol malo alto o el colesterol bueno bajo, así también la presión alta, etc. Con dos o tres elementos de los citados e instalados en una persona ya será suficiente para padecer hígado graso”.
Según detalla el médico “se trata de una patología que es frecuente en niños así como en adultos, sin distinción de sexo. La obesidad y la diabetes mal controlada tienen mucha relación con el hígado graso en la persona”, agrega.
Por su parte, el doctor Enrique Basili, especialista en hepatología y gastroenterología, afirma que el examen más simple para diagnosticar si el hígado posee acumulación anormal de grasa es “a través de la ecografía abdominal, en la que el hígado se ve más blanco o más brillante. Sin embargo, una acumulación muy leve no es detectable por ecografía, y es importante destacar que es un estudio operadordependiente, porque depende de la experiencia del ecografista”.
“El hígado graso, también llamado esteatosis, puede ser detectado con otros estudios de imágenes y se confirma con la biopsia hepática, que es la toma con una aguja de un fragmento del hígado, a fin de ser examinado con microscopio. La biopsia en general no se realiza sino cuando sospechamos otro diagnóstico asociado, una complicación o forma evolutiva de la esteatosis que es la esteatohepatitis”, añade.
El tratamiento y prevención
El doctor Girala dice que las estrategias de prevención son fundamentales, ya sea de obesidad o triglicéridos altos, por ejemplo. El tratamiento se basa principalmente en controlar la enfermedad base, es decir, tratar de forma adecuada y correcta los desencadenantes: diabetes mal controlada, colesterol malo alto, etc., así como corregir el estilo de vida.
Hay que bajar el consumo de azúcar y sal, preferir frutas, verduras y granos integrales.