La preparación del cuerpo, de esa futura madre y padre, 90 días antes de la concepción, influyen considerablemente en el resultado del producto.
La epigenética es el área de la ciencia encargada de mostrarnos cómo definitivamente no somos simplemente víctimas de nuestros genes, sino más bien, cómo las influencias ambientales pueden hacer que se expresen o no aquellos genes que ya traemos, cuenta la doctora Andrea Bettina Ramírez Madelaire, de la Clínica Masquelier - Medicina Integrativa.
“Hoy la búsqueda de la salud debe pasar por adelantarnos a tomar acciones que prevengan expresar y por tanto padecer aquellas alergias, asma, enfermedades reumatológicas, metabólicas, autoinmunes y oncológicas entre otras que alguna vez escuchamos han estado presentes en nuestras familias”, resalta la pediatra y nutricionista infantil.
¿Es posible cambiar el rumbo de nuestros genes? se preguntan muchos y la respuesta es que definitivamente es posible.
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“Lo más importante es que lo que hagamos debemos hacerlo temprano. La construcción de una salud óptima para toda la vida inicia en un periodo llamado ‘ventana de oportunidad’ porque justamente es la etapa donde tenemos la oportunidad de cambiar el rumbo de nuestros genes”, indica la experta.
Agrega que este es un periodo que los pediatras conocemos como “los primeros 1.100 días de vida” o como prefiere llamarla ella “los primeros 1.100 días de vida para siempre”.
Esta frase se resume en 90 días de preparación del cuerpo para el embarazo más 270 días del embarazo más 365 del primer año y 365 del segundo año de vida.
Según indica la doctora Ramírez Madelaire, la clave en todo este proceso guarda relación con la maduración de un órgano llamado microbiota representado por un conjunto enorme de microorganismos alojados en el intestino que son responsables de: mantener óptima la barrera intestinal, sintetizar vitaminas, modular positivamente tanto al sistema inmunológico (80% presente también en el intestino) así como al sistema nervioso central mediante síntesis de neurotransmisores.
Sobre con qué estrategias se cuenta en este período tan crítico de los 1.100 días para consolidar la salud, la especialista mencionó la nutrición y suplementación adecuada de esa futura madre y gestante con alimentos fuentes de nutrientes que serán limitantes para poder sostener y culminar el embarazo.
Además, el nacimiento por parto vaginal, el contacto piel con piel ininterrumpido y la lactancia materna en la primera hora de vida extensiva al menos hasta los 2 años, son estrategias que, además de salvar vidas, permiten comenzar a transitar una salud inmunológica y neuro-endócrina óptima para ese recién nacido.
