Al observar en retrospectiva el inicio de todas las cooperativas “entendemos que fueron creadas por las necesidades –hasta no es exagerado decir– de supervivencia de los asociados”, por los escasos recursos para el progreso personal y familiar.
“Pero, a lo largo de los años con ayuda mutua, esfuerzo mancomunado, administración transparente y con la finalidad del bienestar socio-económico de los asociados y de su comunidad, se fueron desarrollando hasta hoy convertirse en el motor de la sociedad en donde se ubican las cooperativas”, dice Yamada quien agrega que estas instituciones también son actualmente “generadoras de fuentes de trabajo para miles de personas y familias”.
Desde su perspectiva, los mayores desafíos que enfrentan las cooperativas de producción hoy, especialmente en el contexto económico y social de nuestro país, son “las necesidades de solidificar los sucesores tanto en la Dirección como el equipo de recursos humanos”, pero “fundamentalmente de los asociados para afrontar los cambios generacionales que traen consigo fortalezas y debilidades”.
También “el mejoramiento de la calidad de vida de la población creando oportunidades de trabajo, a través de inversiones con enfoques a industrialización de las materias primas de calidad que producen los asociados dedicados a la agroganadería”.
La Cooperativa La Paz también viene desarrollando estrategias para incluir la innovación en todos los aspectos del funcionamiento de la institución.
“En primer lugar, la concienciación de todos los niveles (asociados, dirección y equipo de colaboradores) acerca de la necesidad de la innovación continua en el área de tecnologías, y el plan de inversiones para la constante actualización con el equipo de tecnología e innovación”.