Los cortometrajes “Antolina” (2014) y “Caramelomi” (2015), escritos y dirigidos por Miguel Agüero, e impulsados por la Asociación Cultural Arraigo, relatan historias del campo, muchas de ellas de mujeres, abordando temáticas cotidianas invisibilizadas como la pobreza estructural, la migración, el medio ambiente, la discriminación, las diversas formas de violencias basada en género, la expulsión y la exclusión.
“Antolina” fue grabado en la compañía Jataity de la ciudad de Piribebuy, donde la protagonista, Antolina, se despide con dolor del Pombero, su misterioso amigo. Pero antes le prepara el último cigarro que podrá ofrendarle, en un lugar sin bosque ni animales y donde solo le acechan los recuerdos de su hijo muerto. Como todos los de su pueblo, ella tiene que irse aunque no quiera.
Mientras que “Caramelomi” es una ficción que muestra la historia de Lidia, una adolescente de 17 años del interior de Paraguay que sueña con estudiar y trabajar para ayudar a su humilde familia. Con la promesa de un futuro mejor, una mujer convence a su abuelo Teodoro para llevarla a la Argentina. Pasan los días, no hay noticias de Lidia. Su abuela Rosaria, la extraña con dolor y culpa. Un día descubren que no fue llevada para trabajar como empleada doméstica, entonces la abuela Rosaria emprende un viaje.
Ambas obras fueron premiadas en Paraguay y en festivales internacionales “por el valor antropológico y cultural de las historias, por la calidad estética y narrativa de sus relatos”, destaca el comunicado de prensa.
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La Asociación Cultural Arraigo trabaja desde 2006 en la creación y promoción de un cine social, alternativo y comunitario enfocado en los DD.HH., las identidades, las memorias, y las diversas culturas que coexisten en Paraguay.