El 3 de enero de 1948 nació en suelo paraguayo esta artista, que el pasado miércoles falleció a los 72 años en la Casa del Actor de la ciudad de México, tras haber sufrido un infarto cerebral y enfrentado al cáncer de mamas.
La misma vedette había comentado al programa “El minuto que cambió mi destino” en 2017 que, al año y medio de nacida, su madre la robó y se la llevó a vivir a la Argentina. “Mi papá era un militar, hijo de francés, paraguayo, y si no le llevaba la leche para la niña que era yo, iba con un palo así de largo a pegarle a mi papá al regimiento”, recordó la artista, con relación al carácter de su madre y su alejamiento de su tierra natal. También comentó que tenía hermanos por parte de su padre a los cuales no había conocido.
En el vecino país inició su carrera artística bailando danza árabe y, según su página de Wikipedia, fue descubierta por Éber Lobato, marido de la recordada vedette argentina Nélida Lobato. Debutó en el teatro en Buenos Aires en 1973 y, tres años después, llegó por primera vez a México, donde finalmente se estableció.
Allí fue considerada la “Bomba de oro” y cautivaba con sus espectáculos de variedades, que incluían lanzamiento de cuchillos y deslumbrantes vestuarios. Pero gran parte de su fama se dio con su salto a la gran pantalla, incursionando principalmente en el género conocido como “cine de ficheras”. Su debut se dio en “El arrancadas”, un filme protagonizado por Vicente Fernández, del año 1978.
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Su filmografía incluye además títulos como “La hora del jaguar” (1978), “A fuego lento”, (1980), “La golfa del barrio” (1982), “Buenas, y con...movidas (1983).
También pasó por la televisión formando parte de las telenovelas “Alcanzar una estrella” (1990) y “Atrévete a soñar” (2009) y la serie musical “Los héroes del norte” (2010).
Pero donde podemos conocer más de la vida y de la personalidad de Wanda Seux es en el documental “Bellas de noche” (2016), de María José Cuevas, que está disponible en Netflix. Allí, rodeada de sus perros y por momentos enfundada en trajes de lentejuelas y canutillos, reflexiona sobre su vida y su carrera. “He estado en los cuernos de la luna y lo he disfrutado”, expresa en una de las escenas, mientras en otra se quiebra ante las adversidades que debía enfrentar en estos últimos años.
“Dame trabajo, quiero ganar dinero, quiero hacer cosas. A los productores, decirles: ¿qué tiene de malo esto? Cuando soy una profesional que doy todo en un escenario”, manifiesta entre lágrimas.
Este documental, que obtuvo reconocimientos en festivales de México y Panamá, también nos permite observar el gran talento de esta artista para el canto, así como su lucha contra el cáncer y su activismo en favor de los derechos de los animales.
Según reportó el diario El Universal, el pasado viernes, las cenizas de la artista permanecen en la Casa del Actor y podrían ser trasladadas a Acapulco, para ser depositadas en el mar junto a las cenizas de su madre.