Esta obra fue publicada como folletín en 1855, y poco después de una recepción fría, la crítica y el público comenzaron a descubrir valores importantes en Benito Cereno. Melville escribió la obra basándose en un hecho real ocurrido en 1799 y valiéndose de las memorias del capitán estadounidense Amasa Delano, protagonista principalísimo de la aventura que vivió ante una peripecia del barco conducido por el capitán Benito Cereno (Benito Cerreño en la vida real).
El barco de Cereno había partido de un puerto chileno (todavía durante el dominio colonial español) con una carga de esclavos africanos y transportando además diversas mercancías. Iba con rumbo al puerto de Lima, Perú. Un hecho curioso, según la narración de Melville, es que entre los productos que transportaba esta embarcación, denominada en la novela San Dominick, se hallaba una partida de “té del Paraguay”.
Luego de varios percances en el mar, el buque de Cereno llega a duras penas a la isla de Santa María, en la costa chilena, en muy mal estado, con su tripulación y pasajeros desfallecientes por falta de alimentos y de agua. Ahí es auxiliado por la nave comandada por Delano.
Este aborda el San Dominick, se entrevista con Cereno, y a partir de ahí se desarrollan situaciones que van cobrando una dinámica cada vez más tensa.
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Por lo que observa a bordo, Delano ve cosas muy raras en el relacionamiento entre los marineros blancos y los esclavos negros. Además, la actitud del capitán Benito Cereno es errática, huidiza. El mismo va siempre acompañado de su sirviente negro, Babo, que no lo abandona en ningún momento y lo socorre en sus constantes desmayos dada la debilidad física que le aquejaba a raíz de todas las acaecimientos muy duros vividos en alta mar.
Delano, ingenuo y bien pensado, observa situaciones sumamente extravagantes que no llega a entender del todo.
La relación con Cereno se torna cada vez más difícil, pero aun así Delano se muestra afable y servicial, y dispuesto a brindar toda la ayuda en reparaciones y bastimentos para que el San Dominick pudiera seguir viaje.
Cuando ya todo parecía estar en orden, se desata el proceso que generará el desenlace de la historia, plena de aventura, acción trepidante y con un final arropado en la documentación judicial.
