Revalorizando la guitarra paraguaya

El paraguayo Víctor Bordón viene realizando con empeño una labor cultural en torno a la guitarra, tanto como compositor, arreglista, intérprete y también como investigador, faceta que asegura desarrolló con este nuevo aporte en el que interpreta doce obras de diferentes compositores entre los que podemos citar a: Quirino y Amadeo Báez Allende, Enrique y Luis Coeffier, Cayo Sila Godoy, Hugo Veneroso, entre otros.

Como los compositores de corte tradicional son muchos, Bordón ya se encuentra confeccionado el repertorio para lo que sería el volumen II para ofrecer al público lo mejor de nuestros compositores, nuestra música y la guitarra.

La grabación se llevó a cabo en Palosanto Estudio, y la mezcla y remasterización corrió por cuenta de BlindowlStudio, de la mano de Aldo Benegas.

Panorama guitarrístico

Bordón contó a ABC Color que a partir del estudio de las composiciones nació la necesidad de conocer sobre nuestros compositores para guitarra. “Desde entonces vengo recabando datos y obras, partiendo desde el ámbito tradicional hasta llegar a la música de vanguardia”. Detalló que la idea inicial fue “elaborar una especie de tríptico transitando por todos los periodos, pero gratamente los compositores de corte tradicional son muchos y, finalmente, opté por realizar varios volúmenes dentro de este contexto, partiendo con Che mbarakapu”, afirmó, además de anticipar que ya está trabajando en el siguiente material.

“Considero que el arte debe mirarse desde un enfoque holístico y que esta deba ser la propuesta al público, a los estudiantes etc.”, puntualizó el guitarrista, ya que para él pensar en la palabra “rescate” a la hora de hablar de estas obras, le llama la atención y hasta incluso le parece “inquietante”. “Muchas veces utilizamos (la palabra rescate) para referirnos a salvar algo inerte, en este caso la música tradicional, música con mucha vitalidad”, aseguró. Expresó que a veces también pensar en ese término tiende a posicionar al artista como a un “superhéroe” que salvó a las piezas “ante los embates de la música moderna”, por lo que para él es mejor pensar a este trabajo desde una mirada más filosófica.

“También es bueno mencionar que existe un hueco en la historia de la guitarra en nuestro país, especialmente en sus inicios. No todos conocen a un magnifico Quirino Baéz Allende o al gran Sila Godoy como consumados compositores. O por citar a Rogelio Escobar, Pablo Escobar, o las hermosas composiciones de Ampelio, Villalba todas dentro del ámbito tradicional. Por ello más que un rescate es una propuesta de manera a tener un panorama general de nuestra música para guitarra”, puntualizó.

Asimismo, añadió que también está tras las huellas de compositoras. “Hay algunos indicios que hablan de que Enriqueta González, contemporánea de Agustín Barrios, probablemente haya compuesto algunas cosas”, consideró. Precisó que además hay obras de Violeta de Mestral y también ahora Liz Martínez, quien está incursionando en la composición y dejando sus aportes.

El músico destacó que en cuanto a composición, el panorama actual de la guitarra clásica es “muy alentador, en especial con la exploración de la ampliación de las armonías” lo que puede constatarse en trabajos “de Pedro Martínez, Orlando Rojas, Martín Ortega, José Villamayor, Víctor Oxley, entre otros”, citó.

Pero también dijo que hay “otras propuestas con texturas contundentes como las obras para guitarra de los maestros Remigio Pereira, Diego Sánchez Haase, Nicolás Pérez González, Sila Godoy, o las obras del compositor Javier Acosta Giangreco, por citar algunas. De este esta perspectiva nuestra música está tomando una nueva dirección la cual será determinante a la hora de construir una nueva sociedad de artistas”, reconoció.

Finalmente, para él el hecho de poder realizar un aporte con este álbum “representa un gran desafío”, como “cualquier aporte que uno realice como artista”. Es también “una gran responsabilidad, porque las obras están condicionadas al contexto social, con su historia, su forma de interpretar, de componer, etc. y uno debería posicionarse siempre en esa palabra: “aporte”, sabiendo que está colaborando en algo, mejorando algo, revolucionando algo”, cerró.