El disco es un reflejo de las tragedias personales en las vidas de los miembros de la banda: el fallecimiento inesperado del hermano de la líder Amy Lee, la repentina pérdida de un hijo por el bajista Tim McCord, y las tragedias colectivas del planeta en medio de la desigualdad racial, el covid-19 y la agitación económica. Pero, “a pesar de la oscuridad y la amargura de la vida, el mensaje rotundo del álbum es de luz: seguir adelante es mejor que rendirse”, afirmaron los miembros.
Para Amy Lee, escribir y cantar sobre temas como los demonios internos, el dolor, la fachada de “estoy bien” que “la sociedad impone a quienes luchan con su salud mental, la rebelión frente a la injusticia y la misoginia, y la libertad que viene con terminar las relaciones tóxicas finalmente culminó en un sentido de resiliencia”, confirmó Amy.
