Grabado en su totalidad en el estudio Ciudad Nueva, este material contiene canciones que derivaron de un puñado de letras, ideas, sentimientos, ritmos y géneros, en búsqueda de no necesariamente contar una historia sino hacer sentir al oyente “lo que necesiten sentir al momento de escucharlo”.
Las diez canciones navegan en una variedad de sonidos, llevándonos por diferentes emociones desde la fuerza de “El Ritual” a la melancolía de “Desolación”, que demuestran la intención de la banda de no buscar un sonido convencional y el poder de hacer cosas muy diferentes en un mismo disco.
Ya desde el colegio, en el año 2013 María y Pablo venían pensando en grabar sus canciones. A eso se sumó Fran con sus ideas y letras. El proyectó se inició más adelante cuando llevaron el tema “Fisura” a Mauri Román del estudio Ciudad Nueva, quien también produjo el disco. “A él le gustó mucho la idea y nos propuso primero producir esa canción”, contó la cantante, además de afirmar que en el momento no existían otros temas.
Ante la propuesta de seguir y de hacer un disco, en 2018 empezó el proceso de composición con Fran, para ir explorando “eso que era nuevo para nosotros”, aseguró. “Fran venía componiendo en inglés” por lo que escribir en español “era una experiencia nueva”.
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Sentir el momento
Acerca de la intención de no buscar transmitir algo específico, señaló que eso se dio por el mismo proceso que ellos vivieron con la composición como también del camino de la banda. “Cuando componemos las canciones se da de forma grupal, o de repente entre Fran y yo, y suele pasar que por ejemplo yo tengo una visión de lo que la canción dice, y él agrega algo pero en mi cabeza tiene su propia historia, y Fran puede estar pensando en completamente otra cosa”.
“A mí personalmente siempre me gustó mucho eso que tienen nuestras canciones”, observó, ya que a veces sucedía que en el estudio se sumaba Miky González, quien toca el bajo para este proyecto, y agregaba parte de la letra y expresaba su visión del significado. “Nos gustaría que también la gente que escucha pueda hacer lo mismo y hacerlo personal, o si no quiere tampoco. Pueden escuchar nomás un poco sin pensar, porque está bueno que las canciones sean como un escape de la realidad normal y no sea tanto algo en lo que tenés que estar pensando, puede ser nomás un espacio en el medio de tu propia realidad”, reflexionó la cantante.
Algo que también destacó la artista es que las cosas fueron fluyendo de una forma muy natural, ya desde la conexión que traían con Pablo y Fran desde el colegio. “Es muy necesaria para nosotros esa conexión que se dio medio naturalmente entre nosotros tres. Con Pablo ya éramos muy amigos desde hace tiempo, y con Fran entramos en la misma sintonía. Después al llevar ese proyecto a Mauri ya nos hicimos todos amigos con él, con Miky, y con Guille que después entró a tocar la batería. Se dio naturalmente la amistad, eso hizo que fluyan las cosas más fácilmente, se siente que somos una banda y que podemos sacar música que sea real”, indicó.
Asimismo, Quevedo aseguró que lo que les llevó a la variedad de estilos que presentan es que el disco “fue hecho casi completamente ahí adentro del estudio, porque nosotros nos hicimos una banda dentro del estudio, siendo que suele ser de la otra forma. Empezamos a descubrir nuestro sonido como banda y nuestras voces a través de cómo iban surgiendo las cosas mientras grabábamos. Entonces cada canción se convirtió como un mundo para nosotros, no es que ya teníamos una idea de cuál iba a ser el sonido, nos íbamos moviendo por lo que sentíamos mientras escuchábamos la canción o grabábamos”, manifestó.
“Haber lanzado el disco es increíble, es como un sueño cumplido” porque es “algo que ya veníamos pensándolo desde cuando estábamos en el colegio con Pablo en el 2013 por ahí. Aparte es como fruto de mucho trabajo y mucho compromiso. Estamos muy orgullosos también de cómo salió”, subrayó.