“Empecé a escribir a los 11 años cuando justamente un profesor de Literatura nos mandó de tarea escribir un poema. Ese fue el primero que hice, y fue para mi mamá”, comentó la joven autora, estudiante de la carrera de Comunicación Audiovisual.
Relató que tiempo después otra profesora de Literatura la motivó a seguir escribiendo, hasta que el año pasado aprovechó el confinamiento para dar rienda suelta a su vena poética. Con la asesoría de la escritora Delfina Acosta, Danna finalizó este libro de 100 páginas, editado bajo el sello de Arandurã.
“Cada poema es sobre una persona en mi vida, sobre los sentimientos que me generan y el impacto que causan en mi vida. Uso las cosas que les gustan o les caracterizan para escribir sobre ellos”, comentó.
Danna sostuvo que eligió el título de “Una escritora ordinaria” como una manera de subrayar que “todos podemos escribir”.
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“Todos podemos hacer arte con las cosas que sentimos, toda persona que nos rodea genera sentimientos hacia nosotros, ya sean buenos o malos”, acotó.
De igual manera, destacó el gran impacto que pueden generar los docentes en sus estudiantes. “De repente parece que enseñan y ya, pero no tienen idea del gran impacto que pueden causar en un alumno. Por ejemplo, mi profesora solamente leía como a ella le gustaba expresarse, y eso a mí me llegó como alumna y como escritora”, detalló.
Danna comentó que a la hora de escribir lo hace a mano en una libreta, pero luego termina realizando algunas modificaciones al pasar su obra a la computadora. En el libro reúne aproximadamente unas 60 poesías.
Finalmente, agradeció el apoyo de Delfina Acosta y del Prof. Pedro Servín Fabio para publicar este libro.
